Con la ayuda del árbitro

Liga BBVA | Barcelona 3 - Mallorca 1

Con la ayuda del árbitro

Con la ayuda del árbitro

FONTCUBERTA / MIRA / MOLINA

El Barça remontó con un gol ilegal de Andrés Iniesta.

Gregorio Manzano entendió que para puntuar en el Camp Nou debía plantear un partido rácano en ataque, contundente en defensa, serio en la contención y rápido a la contra. No se le movieron las gafas cuando Aduriz hizo el primer gol del 2009 y puso en aprietos al líder, ese equipo acostumbrado a deleitar a sus aficionados, a coleccionar elogios y a seguir con el deseo de pulverizar todos los registros existentes hasta el momento y que ya le sitúan como el mejor equipo de la historia de la Liga tras haberse disputado 17 jornadas del campeonato. Contaba el jiennense con el dominio de los culés, con darle la posesión al rival y en darle una última oportunidad a Germán Lux, que miró de reojo siempre al israelí Dudú Aouate, comprado del Deportivo y que en Copa podría estrenarse.

Valoró todo el entrenador del Mallorca de su rival, pero no contó con la colaboración del colegiado a los culés. Carlos Velasco Carballo, mal asesorado desde la banda, concedió la ventaja al equipo de Guardiola cuando el partido entraba en su recta final. Le dio una segunda jugada a Gudjohnsen, que estaba más adelantado que el último defensa. Sólo podrán alegar el árbitro madrileño y su asistente de banda la velocidad de la jugada: el rechace que aterrizó en la bota derecha del islandés procedía del pie derecho de Etoo. Pero para llegar a esa conclusión tuvo que verse un par de veces por televisi de ahí las dudas y ante la incógnita, lo típico: sigan, sigan. Continuó la jugada Iniesta, que tras ser ovacionado por el Camp Nou, empujó la bola con la derecha, puso el Camp Nou en pie, fue zarandeado por sus compañeros y puso al Barça en ventaja por primera vez en el partido.

Sin huecos.

Para el espectador, el partido del Mallorca fue canalla, rácano y al final, hasta sucio. Pero cuando uno mira la tabla y ve al equipo coqueteando con el descenso, cualquier agujero es trinchera. Así, Manzano, conocedor del 4-3-3 culé, se plantó con dos líneas de cuatro, juntitas, que abortaba cualquier espacio para que los locales pudieran ponerle la plasticidad habitual en su juego. Henry igualó de zurda y de tiro cruzado el tanto visitante, tras una magnífica contra solventada con un toque sutil.

Después de sufrir y de verse beneficiado, el Barça siguió con su patrón habitual y hasta Touré (grave error en el gol del Mallorca), pudo corregir su noche con un gol que habría firmado el propio Messi, en el palco; agarró el balón el marfileño dentro del área, lo pisó, se abrió a la derecha, volvió a zafarse de un rival, se hizo hueco y bombardeó a Lux con un tiro seco y cruzado. Fue la rúbrica a un partido espeso, tristón en algún momento y en el que un madrileño, de apellidos Velasco Carballo, hizo de Rey Mago en Barcelona.