Conscientes de la importancia de los puntos en juego los tinerfeños salieron sin especular lo más mínimo y a punto estuvieron de adelantarse en el marcador sin que se hubiera consumido el primer minuto por medio de Alfaro.

La dupla formada por Cordero-Valiente dejó pocos espacios para la creación del conjunto chicharrero, sobre todo para el ex sevillista Alfaro, con lo que la mejor opción para los de Oltra fue abrir a las bandas.

Kome por la izquierda y Juanlu y Bertrán por la derecha llegaron con asiduidad hasta la línea de fondo, pero sus centros no encontraron rematador, y en contra del tópico, el filial sevillista no fue atrevido ni inocente, ya que replegado en su parcela apenas pisó el área local.

Así las cosas, lo máximo a lo que podía aspirar era al 0-0, pero en el minuto 36 vio frustradas sus expectativas en una de las pocas ocasiones en que el Tenerife le cogió con la defensa desordenada.

Perotti se internaba por banda derecha cuando sufrió un inoportuno resbalón que aprovechó Héctor para iniciar un mortífero contragolpe en el que intervinieron Kome y Nino, quien batió a Vargas de un tiro raso ajustado al palo.

El daño pudo ser mayor ya que Alfaro, sólo un minuto después, remató a la cepa del poste en una combinación con Juanlu.

Pero el ex sevillista no perdonó en la siguiente que tuvo, nada más reanudarse el juego tras el paso por vestuarios, después de recibir un pase medido de Óscar Pérez para definir con un remate cruzado.

Duró poco la tranquilidad para los locales, ya que a renglón seguido Mohammed acortó distancias a la salida de un córner botado por Perotti.

Pero igual de efímera fue la esperanza para los de Fermín Galeote, ya que la expulsión del meta Vargas al parar con las manos fuera del área un remate de Nino les obligó a una apuesta suicida: adelantar mucho las líneas y construir una autopista para el contragolpe tinerfeño.

La falta de criterio en los metros finales condenó al Tenerife a un final de muchos nervios, pero los puntos se quedaron en casa, y con ellos el equipo chicharrero se mete de lleno en la lucha por el ascenso.