Dijeron que se había lastimado para medio año, pero sólo Gabi Milito sabe el calvario que está viviendo. Lesionado en el partido de vuelta de las semifinales de la pasada temporada, en Manchester, el central argentino lleva un prudente retraso en su puesta a punto. Con largas sesiones de recuperación, el defensa mira con ilusión el día en que pueda volver a enfundarse la azulgrana, aunque los responsables médicos del club miden sus sensaciones al milímetro.

Milito, operado a principios del mes de mayo de la rodilla derecha, pasa satisfactoriamente los reconocimientos. Vigilado de cerca por el doctor Ramon Cugat y por el fisio Lorenzo Buenaventura, el internacional argentino sigue notando pequeños puntos de dolor que no hacen más que motivarle en su esfuerzo por superarlos y estar pronto con sus compañeros. Pep Guardiola es informado diariamente de las evoluciones, y la idea es que Milito pueda estar con sus compañeros en los octavos de final de la Champions, frente al Olympique Lyonnais. Pero para eso aún quedan semanas, tiempo en el que Milito y el barcelonismo esperan que sean los últimos en su recuperación.