Cesc Fábregas recibió ayer la buena noticia de que no tendrá que pasar por el quirófano para recuperarse de la rotura parcial de ligamento lateral interno que se produjo el pasado domingo contra el Liverpool. "El periodo de recuperación será de tres meses, aunque tardaré tres y medio en recuperar la forma y coger la forma necesaria para jugar sin correr el riesgo de sufrir una recaída", aseguró el capitán del Arsenal tras visitar en la tarde de ayer en Barcelona al doctor Cugat, especialista en este tipo de lesiones.

Las palabras de Cesc alivian en parte a su entrenador, Wenger, que por la mañana había estimado la ausencia del catalán en un periodo mayor: "Es difícil saber cuánto estará fuera. Nosotros creemos que serán cuatro los meses. Trabajará duro para volver antes, pero lo lógico es que sean cuatro meses lo que tarde". El catalán se perderá unas 12 jornadas de la Premier, la eliminatoria de la Champions, y cuatro rondas de la FA Cup (en caso de que los gunners se vayan clasificando), pero no ha perdido el ánimo: "Esta lesión es algo que tenía que ocurrir. Es imposible ser futbolista y no pasar por algo así. Ahora lo que me queda es trabajar mucho".

Wenger ya piensa en recurrir al mercado para suplir la ausencia de Cesc: "Tenemos soluciones internas, pero debemos ser realistas: la plantilla es corta". La del español es la cuarta lesión grave del Arsenal tras las de Eduardo, Rosicky y Theo Walcott.

El Arsenal exculpa a Alonso

En el Arsenal han evitado culpar a Xabi Alonso como responsable de la lesión de Cesc (los españoles chocaron tratando de quedarse un balón dividido). "Fue accidental. La pelea por el balón entre Cesc y Xabi fue honesta", dijo Wenger. Por su parte, el centrocampista del Liverpool quiso animar a su compañero en la Selección a través de la Cadena SER: "No me siento culpable porque no fue una entrada mía, sino una lucha de los dos, pero estoy preocupado por él, porque es un buen amigo. Ya hemos hablado y le he visto muy animado".