El entrenador del Inter de Milán Jose Mourinho afirmó hoy que su gran ambición con el conjunto italiano pasa por "ganar el Scudetto", ya que así podrá unirlo en su palmarés a la Premier y la Liga Española que ya tiene en su haber, una misión para la que se siente preparado ya que estima que su plantilla es "una máquina de ganar".

"Estoy satisfecho de cómo han salido las cosas desde mi llegada, soy muy feliz en el Inter de Milán, como ya decía en la temporada 2004-2005 en el Chelsea, mi equipo es una máquina de ganar, siempre pienso que vamos a ganar porque este equipo demuestra una mentalidad muy fuerte", comentó en una entrevista realizada hoy al canal de televisión ''Sky Sports''.

Y es que Mourinho ha firmado un impecable arranque como técnico interista, ya que en el Calcio aventaja en seis puntos al segundo clasificado después de 17 jornadas de campeonato y clasificó a su equipo en los octavos de final de la Liga de Campeones, donde se medirá al Manchester United el próximo febrero.

El técnico luso no ocultó que su sueño más inmediato pasa por levantar la tercera liga más importante que le falta en su palmarés a final de temporada: "Una de mis ambiciones pasa por ganar el Scudetto y, así, contar ya con la Premier, la Liga y el Calcio en mi poder", reconoció el técnico que no dudó en que "llegará el día en que vuelva a Inglaterra", un lugar que ama, "y también a España para ganar la Liga de nuevo".

El portugués, que ya ganó la Liga de Campeones en 2004 con el Oporto, fue sin embargo cauto a la hora de valorar un posible salto al banquillo de una gran selección, algo para lo que prefiere "esperar algo más de tiempo", porque "aún tiene mucha energía por delante".

"Cualquier selección que me quiera en su banquillo tendrá que esperar quince años más para tenerme", advirtió afirmando que no puede imaginarse "jugando un partido al mes ni dirigir un entrenamiento cada tres semanas".

Por último, el ex de Barcelona, Oporto y Chelsea fue claro al exponer que odia las ruedas de prensa después de los partidos en Italia. "Detesto tener que pasar una hora después de cada partido hablando con los medios de comunicación, tengo que adaptarme aún a ello, pero nunca disfrutaré con ello", se sinceró recordando de manera especial "las primeras semanas después de concretarse el fichaje por la presión y las críticas" a las que estuvo sometido.