Caparrós, en su salsa

Liga BBVA | Betis 0 - Espanyol 1

Caparrós, en su salsa

Caparrós, en su salsa

Javi Martínez de cabeza, sentenció a un mal Betis. Chaparro añoró a Emaná, Capi y Aurelio. Un punto de 12 de los béticos Athletic vuelve a ganar fuera

Se cumplieron 25 años de una de las gestas más recordadas de la Selección española. 12-1 a Malta, que fue emotivamente recordado con 20.000 cartulinas rojas. Este tipo de hazañas ya no se dan en el mundo del balón redondo. Y menos en noches como ayer. Betis y Athletic ofrecieron un partido plano, espeso, rabiosamente aburrido para los espectadores, demasiado táctico y, eso sí, perfectamente manejado por Joaquín Caparrós, que estaba en su salsa manejando el canguelo de su colega Paco Chaparro, por mor de las ausencias de sus peces gordos: Emaná, Memet Aurelio y Capi. Este último se cayó a última hora por culpa de una inoportuna gripe. Palo para el técnico bético porque se quedó sin el jugador que mejor interpreta lo que quiere sobre el terreno de juego.

Y, como suele suceder, Joaquín Caparrós volvió a saborear el triunfo a costa de su 'eterno rival' . Ya sabemos que le hierve la sangre roja y blanca. Curiosamente, los colores del Athletic y del Sevilla. Con estos dos equipos y con el Deportivo ya acumula en sus duelos con el Betis seis victorias, nueve empates y sólo dos derrotas. Además, el Athetic vuelve a ganar fuera de San Mamés (sus últimos tres puntos de una tacada los pescó en Murcia el pasado 7 de mayo); el Betis, un punto de doce posibles, termina el año en una mediocre posición. Muy lejos de Europa... y a sólo cinco puntos del descenso. Ojito.

Las cosas empezaron crudas para el Athletic. Sin comerlo ni beberlo perdió por lesión primero a David López, a los cinco minutos y un cuarto de hora después a Murillo, que debutaba (en lugar de Iraola). Pero los leones no se arrugaron. La sola presencia de Llorente y el inquieto Ion Vélez (buen jugador) bastaba para que Juanito y Melli sintieran la incertidumbre, el miedo, la zozobra y la inquietud. Peligro, lo que se dice peligro, poca cosa (tampoco el Betis).

Pero llegó el minuto 42. Desastrosa salida de Casto 'a por uvas'. Balón suelto que Etxeita remata de tijera. Despeja Juanito. Sigue la jugada y el balón le llega a Susaeta. Buenísimo y templado centro de éste joven pelotero del que Caparrós habla verdaderas maravillas, que Javi Martínez, completamente solo, clava de cabeza en el fondo del portal bético. Excelente ejecución y... ¡vaya papelito defensivo de la zaga bética! Desolación en el banquillo local; fiesta y jolgorio en el Athletic que veía premiada, si no su mejor brillantez, sí por lo menos su mayor eficacia. El menos malo se iba al descanso con ventaja en el marcador.

Chaparro hizo tábula rasa. Quitó a Juande (que estuvo desafortunadísimo) y a Juanma (activo y currante, pero demasiado acelerado y mermado) para poner al Tanque Pavone y a Xisco. Dos hombres de ataque. Y por lo menos, el Betis mejoró algo. O eso parecía. Fuegos artificiales.

Ni con José Mari. Así las cosas, el trianero tomó la clásica decisión del típico entrenador desesperado con el marcador en contra y con un equipo en clara inferiorirad y cuesta abajo: Metió otro delantero; José Mari, en lugar de su lateral derecho, Nelson, un portento físico, pero muy desordenado en el aspecto táctico. Era el minuto 62. Y Caparrós seguía siendo el amo del cortijo.

A los 69 minutos, el Athletic pudo rematar por partida doble. Casto manda a córner un poderoso disparo de Ion Vélez, en la jugada siguiente, se produce un lío en el área con Casto y Etxeita buscando por un balón al que nadie llega. Clásica acción caótica, pero que marcaba una realidad plausible. El Betis jugaba hasta con ¡cuatro delanteros! Mas... ¡cuanta inocencia! A falta de cinco minutos, a Juanito le salió una asistencia de crack que dejó en posición inmejorable a ese prodigio de honestidad, trabajo y profesionalidad que es Pavone. Pero dejó correr la décima de segundo precisa para que Iraizoz se le echase encima. Ocasión perdida. Pudo ser un empate que ayer el Betis no mereció. Volvió a las andadas. mal asunto.