Toño salva a Arconada

Liga BBVA | Almería 1 - Racing 1

Toño salva a Arconada

Toño salva a Arconada

carlos barba / serrano arce

El Racing regaló el empate y hasta con diez fue mejor

Tenía el Racing justo donde quería al Almería. 0-1, sin prisa, gestionando la necesidad local para vivir del contragolpe. Pero el fútbol es un ajedrez donde las piezas tienen capacidad de decisión y se mueven por el tablero como y cuando quieren. Por eso las pizarras no lo son todo. Gracias a Dios. Porque esa espontaneidad le da vida a este deporte. Ayer, por extensión se la dio Toño a Arconada. Una disparatada acción del portero -que estaba haciendo un buen trabajo- provocó el empate de Acasiete. El gol del peruano no es la victoria que tanto urgía en Almería, pero da un liviano respiro a Gonzalo Arconada, en el ojo del huracán.

Se la jugaba el técnico vasco. Discutido y en el punto de mira de la afición, empezaba a ser cuestionado también por los que mandan. Era un ultimátum este partido. Muñiz, ese alumno aventajado de Juande Ramos, conocía a la perfección todo lo que envolvía al partido, tanto en lo deportivo como en lo que traspasa esa frontera. Encima, su homólogo le había dado más de 48 horas de ventaja en forma de alineación. Es como decirle a Kasparov que le vas a abrir con la apertura española dos semanas antes de jugar con él.

Pero el Almería, osado en su confección y disposición inicial, entró enchufado. Quiso hacer virtud de la ansiedad y en 30 segundos rondó tres veces el área de Toño. El Racing le prestó el balón, pero sin desubicarse, sin descomponerse. Muñiz tenía en su cabeza el plan de robo y fuga por eso dijo a Pereira en el minuto nueve que usase "la cabeza". La paciencia le permitió aguardar en la cueva hasta que Pereira, diablo y pillo, aprovechó la candidez de Acasiete para forzar una falta por obstrucción. Munitis la colocó con mimo, la pisó medio de tacón y Garay rompió las redes. El central, perfecto ante Negredo, marcó por segundo año consecutivo en el Mediterráneo. Su obús entró por la escuadra y, por derecho, en el cuadro de honor de golazos de la presente Liga.

El Racing se desmelenó y pudo romper el partido, pero evidenció que mezcla buenos argumentos con poca pegada. Pereira dio electricidad y generó ocasiones. Faltó punch. Esa vida que dio al Almería sirvió para que los rojiblancos hiciesen conciencia de grupo al descanso. Volvió a tomar la iniciativa del partido, aunque sólo Crusat daba la profundidad necesaria con Negredo y Piatti missing. Entonces, llegó la jaimitada de Toño, que se despistó luchando con Gonçalves y permitió a Acasiete arreglar su mal encuentro con una volea imparable. El Almería quiso más, pero no volvió a encontrar la portería rival ni ante diez. Lacen fue expulsado, pero Muñiz reajustó su ejército con Luccin y un movimiento de piezas y casi se lleva el partido en los últimos minutos. Le faltó, otra vez, pegada.