Hombre de pocas palabras y mensaje sencillo, Juan de la Cruz Ramos Cano (Pedro Muñoz, Ciudad Real, 25-09-1954) siempre supo que la vida le pondría ante sí el reto de entrenar al Real Madrid. Con una corta carrera profesional como futbolista, vio como una lesión de rodilla le apartaba de la práctica, pero le abría la posibilidad de sentarse en un banquillo.
Comenzó su trayectoria como entrenador en el Elche, el mismo club que lo hizo debutar como futbolista el 19 de enero de 1975. Responsable de equipos del fútbol base verdiblanco, tuvo su primer acercamiento serio cuando le propusieron dirigir el filial del Elche, donde comenzó a perfilar su idea de fútbol moderno, adaptado a la estrategia y consciente de que la movilidad del balón y la frescura de la circulación le tenían garantizado el éxito en todos los sentidos. Fue en el Alcoyano (1992-94) donde el manchego comenzó a destacar, lo que le abrió las puertas del Levante, donde anduvo una temporada (1995-95). Johan Cruyff, que siempre se interesó por él, quiso tenerlo cerca, aunque Juande aterrizó en el Mini Estadi para dirigir al Barça B justo el año que el holandés dejó de coordinar el vestuario blaugrana. Sólo estuvo un año en la capital catalana, y muchos culés le acusan de haber sido el principal artifice del descenso del filial azulgrana a Segunda B.
Pese a que la aventura en Barcelona no acabó de salir bien y tras su paso por el Logroñes en la temporada 95-96, en Lleida pensaron en él para intentar el ascenso a Primera. Se quedaron a las puertas y su buena campaña gustó en Vallecas. La familia Ruiz Mateos lo fichó para el Rayo Vallecano. Allí estuvo tres temporadas, posiblemente las más históricas de la entidad madrileña. En su primer año ascendió. En la segunda, consiguió la mejor clasificación histórica del Rayo en Primera: un noveno puesto; además, el equipo logró clasificarse por primera vez para la Copa de UEFA, competición a la que fue invitado vía Fair Play. En la temporada siguiente, el Rayo empezó liderando la Liga, otro éxito sin precedentes en su historia, aunque finalmente terminó el torneo en decimocuarta posición. En la Copa de la UEFA, el equipo dirigido por Juande alcanzó los cuartos de final, tras eliminar a equipos como el Lokomotiv o el Girondins de Burdeos. Le eliminó en cuartos el Alavés, a la postre subcampeón del torneo.
De Madrid pasó a Sevilla, donde Manuel Ruiz de Lopera le dio las riendas de un Betis recién ascendido y lo clasificó para Europa. Los hinchas verdiblancos le adoraban, pero la llamada desde Barcelona le hizo tilín de entrada, aunque en el Espanyol no encontró el equipo que esperaba.
Llegó al Olímpico después de que el aún consejero blanquiazul Ramon Condal insistiera en su fichaje. Le ofrecieron dos años de contrato y la posibilidad de confeccionar un equipo serio, de garantías, construido con futbolistas potentes e interesantes. Pero de lo dicho, nada. Se le acusó de no querer hacer bien las cosas, simplemente por tapar los errores de gestión que se estaban cometiendo en la entidad barcelonesa. El caso acabó en los tribunales y tras un largo pleito, se llegó a una conciliación: Juande cobró y se marchó a Madrid, donde esperó la llamada de algún club interesado en él.
El éxito comenzó a fraguarse en el sur del país. Tras no poder alcanzar el objetivo en el Espanyol, al entrenador lo llamaron del Málaga, plaza a la que acudió sabiendo las penurias económicas que atravesaba la entidad blanquiazul. Cumplió de sobra y regaló a los aficionados una histórica goleada al Barcelona (5-1), a principios de diciembre de 2003. Los andaluces acabaron décimos en la clasificación.
Tras un año en blanco, José María del Nido quiso contratarle para formar un proyecto ambicioso en el Sevilla. El equipo iba como un tiro y en las dos temporadas y poco que estuvo, los hispalenses sumaron dos Copas de la UEFA (venciendo al Middlesbrough y Espanyol), una Supercopa de Europa (ganada al Barcelona), otra de España (superando al Madrid), además de hacer en 2006 al Sevilla como mejor equipo del mundo en el año 2006, según la IFHS), además de la clasificación para la liguilla de grupos de la Champions League.
El Tottenham
En Londres, alucinaban con el entrenador español. Haber logrado dos Copas de la UEFA seguidas llamó la antención de David Levy, que lo contrató para el Tottenham Hotspurs, hambriento de títulos y cansados de la superioridad de sus vecinos Chelsea y Arsenal. Así que tras un conflicto con la entidad andaluza, hizo las maletas y a los pocos meses logró que su equipo alcanzara la Carling Cup de 2008, tumbando al Chelsea de Roman Abramovich.
Hoy, después de semanas de conversaciones, Juande se ha convertido en nuevo técnico del Madrid. Amante de la capital, el manchego rescindió hace unas semanas con el Tottenham y ya tiene vía libre para conseguir su gran deseo. Calidad, visión y paciencia tiene. Le llegó la hora y Juande no la desaprovechará.
