El Valencia, con un equipo alternativo y a menos de 48 horas de su visita en Liga al Barcelona, logró el pase para siguiente ronda de la Copa de la UEFA al igualar a uno en un encuentro nivelado, en el que el equipo belga fue mejor durante la primera mitad ante un Valencia que le superó en la segunda.

Sin apenas titulares en la alineación, el Valencia estuvo perdido durante casi una hora, hasta que los cambios y el conformismo del rival le metieron en el encuentro e incluso le hicieron merecer la victoria en el tramo final.

Hasta el gol marcado de cabeza por el paraguayo Antolín Alcaraz en el minuto 19, el Valencia había controlado el juego y se había manejado con acierto en las proximidades del área del equipo belga, aunque sin crear verdadero peligro, salvo en dos acciones de Pablo Hernández que fueron lo mejor del conjunto local en el primer periodo.

Tras el tanto logrado en un falta lanzada por el venezolano Vargas y en la que falló el meta Vicente Guaita, el Brujas se asentó, obligó al Valencia a enviar balones largos y bombeados, propicios todos ellos para que su defensa se sintiera cómoda y salió al contragolpe aunque con más frecuencia que acierto.

Por contra, el juego del Valencia moría mucho antes de llegar a la meta rival, ya que ninguno de los dos delanteros (Fernando Morientes y el serbio Nikola Zigic) que hoy alineó el técnico valencianista Unai Emery estaban acertados a la hora de recibir los envíos desde el extremo.

Los defectos que han caracterizado esta temporada al equipo ante su público aparecieron con la intensidad ya conocida, con la única diferencia de que eran los jugadores menos habituales los que debían resolver el problema.

De entrada, el partido no cambió tras el descanso, ya que el Brujas mantenía la tranquilidad ante un equipo sin recursos y encontraba espacios claros para sentenciar el encuentro, algo que no ocurrió en el minuto 58 porque Guaita hizo una gran parada a disparo de Vargas.

Fue uno de esos errores que se pagan cuando se cometen. En la jugada siguiente, en una acción aislada a la salida de un córner, Zigic, que había estado muy impreciso hasta entonces, cabeceó con contundencia y marcó el gol del empate.

Vicente había sacado el córner del gol y Vicente metió al equipo en el partido con sus penetraciones por la banda que dieron una moral especial a sus compañeros, al tiempo que la entrada de Raúl Albiol dio una mayor consistencia en defensa con el pase de Carlos Marchena al centro del campo.

El encuentro mejoró, fue más vistoso e intenso y se niveló con los dos en pos de la victoria aunque el control territorial del partido se había decantado claramente a favor del conjunto local, más en el juego que en la actitud del equipo belga, ya que su guardameta no demostraba prisa alguna a la hora de sacar.

El empate clasificó al Valencia y dejó el pase del Brujas para el último encuentro en el que jugará en casa y, sobre todo, se ajustó a lo visto durante el encuentro.