Messi descubre al Sevilla

Liga BBVA | Sevilla 0 - Barcelona 3

Messi descubre al Sevilla

Messi descubre al Sevilla

MORENATTI

Kanouté pidió un penalti y estrelló un balón al palo

La segunda parte del Sevilla fue intolerable, vulgar, inaceptable. Quizá, el Barcelona no asumió hasta el final los miedos del rival y por eso tardó en sentenciar la mentira planteada por Jiménez. Su equipo apostó por la trinchera, muy válida en ocasiones, pero no se decidió a abandonarla jamás. A veces, el entrenador sevillista da la sensación de preferir la derrota por la mínima a caer goleado si suelta amarras. Por culpa del pánico a una exagerada pitada, ni hizo una cosa ni otra. Se tiró al callejón.

Para el Barcelona fue más dura la mentalización previa a un partido clave que lo que realmente le exigió el contrario. Cuando el sistema defensivo del Sevilla ya no tenía sentido por la derrota, Messi agarró el balón y mató el asunto. Sólo dos detalles le hicieron falta al genio.

El partido no engañó a nadie. Arrancó con el guión preestablecido. El Barça se apoderó de la posesión y el Sevilla juntó las líneas ordenadamente hasta tocarse para cerrar esas originales y diferentes vías de penetración que sólo están en la cabeza de gente como Xavi y Messi. De esta doble declaración de intenciones de las partes salía un equipo que iba a por el partido, está activado para esa misión, y otro que buscaba, con los dientes apretados, el momento oportuno para dar el zarpazo. Son los estilos de Guardiola y Jiménez, sin más. Para remarcar esos conceptos, el Sevilla cambió la pareja de pivotes, apostando por Fazio y Maresca para atrapar a Xavi.

Pese a esa disposición, al Sevilla le tocó pegar primero. Luis Fabiano se coló entre los centrales e impactó el centro de Adriano. Con la llegada, el equipo reafirmaba las posibilidades de su estilo de juego. El Barça tocaba, pero no encontraba ninguna jugada definitiva. Touré corría y cortaba y Xavi, muy vigilado, buscaba diferentes posiciones para acomodarse al encuentro. Con los minutos, se enchufó y sus compañeros lo agradecieron. En un abrir y cerrar de ojos, se inventó un pase a Alves que acabó envenenándolo Fernando Navarro en el corte. El rebote le llegó a Etoo, que tiró de eficacia para marcar la primera diferencia. El camerunés es un tesoro. Tras el martillazo en la cabeza, el Sevilla exhibió su mejor rato de fútbol. Por momentos se lanzó al ataque. En esos instantes se gestó un posible penalti a Kanouté y un lanzamiento al larguero del malí.

Con el empate a cero, le tocaba al Sevilla arriesgar. El Barça tocó y esperó, pero se encontró a un contrario temeroso. Fue entonces cuando Xavi y Messi se soltaron. Sin Squillaci, que se retiró tocado, la defensa se convirtió en un sainete que la pulga explotó. Luis Fabiano acabó expulsado por dos manotazos cargados de impotencia. Guardiola salió a ganar. Ganó, se exhibió, volteó la Liga y... descubrió al Sevilla.