El Murcia sigue en caída libre

Liga Adelante | Éibar 3 - Murcia 1

El Murcia sigue en caída libre

El Murcia sigue en caída libre

Toquero, en dos ocasiones, y Yagüe tumban al equipo de Clemente El Murcia, sin reacción pese a jugar 40' en superioridad Iván hizo el gol de la honrilla

Ni con ultimátum, ni sin él. Ni con once en contra, ni tampoco cuando el Éibar se quedó en inferioridad, en Ipurúa. Ante un equipo que no tiene cracks, compuesto por jugadores con nombre (y también sueldo) de Segunda B, el equipo de Clemente siguió escribiendo su negra historia de la presente temporada, siguió agrandando su leyenda de conjunto revitalizador para rivales en apuros (los armeros llevaban cinco semanas sin ganar) y se descuelga por la parte baja de la clasificación, por esa zona impensable hace unos meses que conduce a la ruina en la que lleva instalado el equipo de Clemente desde la primera jornada y cuando ya se ha cumplido un tercio de la competición.

El Éibar 'de los anónimos', el de los currantes, ese equipo en el que todos cobran 50.000 euros al año, jugó, y además ganó, como se juega y se gana en Ipurúa: aprovechando los momentos, los regalos de la zaga grana y sufriendo todos a una. Si en Anfield, en Liverpool, hay un cartel (es lo primero que ven los jugadores al saltar al campo) que dice 'This is Anfield', en Ipurúa (igual la excusa es que no existe tal cartel) debería haber otro que avisara que en el futbolín del cuadro armero quién se despista en área propia (es lo que hicieron los zagueros granas en los dos primeros goles) y no remata en la rival tiene todas las papeletas de palmar. Y eso es lo que pasó. Así se escribió la historia del enésimo batacazo del cuadro de Clemente. De un Murcia que sólo aguantó diez minutos en el arranque y que tras ese espejismo en el que cupieron la casta, el arrojo, la pelea y una oportunidad desaprovechada por el 'desaparecido' ayer Despotovic al que un ex grana, Jon Urzelai se comió con patatas. Fue empezar a entrar en acción Toquero (parecía por momentos una copia buena de Zidane) y volar el Éibar. Entre el futbolista cedido por el Athletic y Sutil por la izquierda comenzaron a neutralizar a un Murcia que volvió a exhibir una defensa de algodón, un centro del campo sin presión y sin fútbol (espantoso el aporte de Bruno y Marcinho, a quién el árbitro perdonó una roja en el primer periodo) y una delantera missing. Vamos, el equipo pobretón de tantas tardes. El que permitió que la gente del Éibar disfrutara de la primera parte más placentera a decir de los parroquianos que se acercaron a la bombonera eibarresa.

Yagüe, ex del Lorca, se encargó de poner a los armeros arriba tras aprovechar unas dudas imperdonables de la zaga murcianista y después de que Biel Medina ganara con una chilena que rozó la infracción una pelota sin dueño. Tras el primer cachete, llegó el segundo azote. El segundo coscorrón. Otra vez bajada de tensión, error en el despeje de Mejía y Toquero (habrá que seguirle porque si hace siempre lo que hizo ayer es pelotero para firmar) a la cazuela. Tras el 2-0 el Éibar mostró su mejor cara. Con dos bandas velocísimas, saliendo a la contra con peligro y marcando unas diferencias que no pueden existir nunca entre un Éibar y el Murcia. Cosas de tenerlo todo claro, de trabajar, de mecanizar movimientos. De estar rápidos de piernas y cabeza. Mientras los locales iban con el turbo, los murcianistas deambulaban como si llevaran consigo una mochila repleta de chatarra.

El arranque del segundo periodo no pudo ser mejor para el Murcia: Larrazabal cometió penalti, fue expulsado, Iván Alonso marcó desde los once metros... parecía que había partido. Tras el tanto, con los locales groggys, el Murcia tomó el mando, Montoro mejoró algo a Marcinho, el equipo de Clemente achuchaba pero de nuevo (señal de que este equipo está tocado, hasta maldito) llegó la sentencia eibarresa. De nuevo Toquero. Y de nuevo, tras el tercer leñazo, la enésima demostración de la nula capacidad de reacción de este Murcia triste y penoso. Consciente de lo que había, los locales cedieron el balón y buscaron el cuarto a la contra. El segundo del Murcia tampoco llegó. Muchos corners, muchas faltas a favor y poco rendimiento. Chut de Iván que Zigor sacó y pitido final. Nueva decepción y enésima confirmación de que con Javi no hay paraíso y sí mucha ruina.

El detalle: Samper 'mising' tras la derrota

El presidente del Murcia, Jesús Samper, única autoridad en la materia, no pudo ver el partido, lo siguió por la radio y optó por guardar silencio en torno a la continuidad de Clemente. El silencio oficial, ese que lleva instalado desde hace una semana, sigue presente. ¿Llegará Clemente al choque ante el Tenerife con 12 puntos de 42...? Esa es la cuestión.