Salvo error de apreciación generalizado o recaída inoportuna parece que Sergio Ramos ha superado su flojo rendimiento de principio de temporada y vuelve a ofrecer las sensaciones que le han permitido hasta ahora ser indiscutible tanto en el Real Madrid como en la Selección. Su recuperación tanto física como táctica se ha hecho realidad en los tres últimos partidos. Ya con España ante Chile subió su banda con fluidez y defendió con firmeza. En los dos últimos encuentros con el Madrid, como central, ha sido una garantía.
Comodín. Estando en plenitud, Sergio es útil tanto de lateral como de central. Tiene condiciones naturales para jugar en ambas posiciones. Incluso de medio centro, como siempre ha comentado Alfredo di Stéfano, que está convencido que podría rendir en ese puesto por delante de la defensa. Lo lógico es que cuando Cannavaro se recupere, Schuster vuelva a colocar a Sergio de lateral. El equipo le necesita ahí para equilibrar la simetría del dibujo... y del juego. El Madrid se repliega y despliega sin un centrocampista natural en esa banda. Por allí se escoran Guti, Sneijder. Caen Raúl, Higuaín... pero todo ese costado derecho, en ataque y en defensa, es para él. Ni Torres ni Salgado pueden ofrecer esas prestaciones ofensivas.
Como central sus aportaciones al juego colectivo son máximas y se perfila como el mejor complemento de Pepe. La velocidad y el sentido de la anticipación de ambos, les permite adelantar entre diez-quince metros la línea defensiva que defiende más lejos de su área. Sergio desde ahí, con todo el campo de frente, ofrece una alternativa a la hora de sacar el balón. Su preciso y profundo desplazamiento largo puede ser vital cuando el rival presiona y su equipo, escaso de medios puros, se atasca. Además, domina el juego aéreo y su rapidez de desplazamiento y oficio en la banda le ayuda a la hora de las coberturas.
Como lateral: toda la banda a su disposición
Hasta ahora todos los técnicos que ha tenido Sergio han apostado por colocarle como lateral. Luis fue quien más insistió en que ese era su puesto... hasta que madurara para ser tácticamente un central. Schuster también le prefiere como lateral de largo recorrido. Sin centrocampista fijo por delante, toda la banda es para él.
Como central: anticipa y achica hacia adelante
En los dos partidos que ha jugado como central al lado de Pepe su rendimiento ha sido óptimo. Su velocidad, sentido de la anticipación y buena coordinación con el portugués permite al equipo adelantar 10-15 metros la línea defensiva en relación a cuando juegan Cannavaro y Heinze, que apuestan más por retrasarse y defender más cerca o incluso dentro del área.
