Granero: "Pocos jugadores son capaces de decirle que no al Madrid"

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Granero: "Pocos jugadores son capaces de decirle que no al Madrid"

Granero: "Pocos jugadores son capaces de decirle que no al Madrid"

Pelo ensortijado, patillas largas, barba de diez días. Así aparece Esteban Granero (Madrid, 1987), para entrevistarse con EFE. El centrocampista del Getafe no tiene apariencia de futbolista. Podría ser un rockero de finales de los años 60.

No sólo su aspecto lo delata como alguien diferente en el mundo del balón. Su forma de pensar y sus aficiones hacen que Granero sea jugador especial. Reconoce que "seguramente" no tiene "pinta" de futbolista y sonríe cuando desaparece el balón para la fotografía. Esta vez hay una guitarra, la que toca en sus ratos libres. La coge y apunta al Real Madrid, el club en el que se formó y al que se enfrentará el sábado.

Dicen que es muy tímido. ¿De dónde sale su atrevimiento en los terrenos de juego?

No debe ser lo mismo un jugador dentro que fuera del campo. Dentro, particularmente, soy bastante distinto. Soy agresivo y temperamental. Fuera soy un poco tímido e introvertido. Para ser futbolista no puedes ser tímido en el césped. La personalidad influye. Un futbolista, primero es una persona y también sufre, disfruta, tiene miedos, momentos buenos y malos. Eso influye en el rendimiento.

No es un futbolista muy típico si nos atenemos a los estereotipos. Tiene aficiones diferentes al resto. Toca la guitarra, estudia psicología en la universidad...

Los futbolistas estamos muy estereotipados. Hay de todo. En los vestuarios me he encontrado a gente de todo tipo. Hay un montón de cosas que hacer aparte del fútbol. Éste ocupa tres o cuatro horas al día, tampoco más y no te puedes dedicar sólo a eso. Es mi forma de pensar.

Entonces, el mito del futbolista que sale con su olor a colonia, sus marcas, sus coches... en fin, vacío... ¿es falso?

También los hay. Tampoco hay nada de malo en echarse colonia, yo también lo hago. Pero luego aparte me gusta hacer muchas cosas. Me gusta leer, estudiar, estar con mi novia y ser una persona normal. Muchas veces me dicen que no tengo pinta de futbolista. Pues seguramente, pero tampoco me importa.

A ustedes siempre les preguntan por su primer balón. Yo le voy a preguntar por su primera guitarra. ¿De dónde vino esa afición?

Mi hermana tenía una en casa. Nunca acabó de empezar. A mí me picaba la curiosidad y tengo algunos amigos que tienen grupos y me entró gusanillo. Empecé por mi cuenta. Al principio es fácil, y luego di unas clases. Para desconectar es algo bonito.

¿Y qué música escucha Granero? Si nos fijamos en su apariencia, parece que acaba de "telonear" a Hendrix en 1969...

Me gustan The Who, ese estilo. En España tengo algunos amigos. Los Pereza son unos fenómenos y también Quique González. Aparte de una gran persona es muy buen artista y siempre que podemos, comemos. También The Beatles, los Stones, Bruce Springsteen, Nirvana... te podía decir un millón. Es música que me gusta, pero en el vestuario no me entienden. La pongo y no cala mucho. Pero bueno, es muy personal.

Estudia psicología... ¿A cuanta gente del fútbol tumbaría en un diván?

¡A todos y a mí el primero! Cada persona es un mundo y en un mundo como el fútbol, con tantos altibajos y tanta presión pues es difícil tener una estabilidad psicológica. Desde mi punto de vista, aquí en Getafe, éste es el grupo con más estabilidad que he visto. Se sabe diferenciar muy bien el trabajo con lo que está fuera, la amistad que hay entre nosotros y el compañerismo. Eso aquí existe y existe en muy pocos sitios.

¿Por qué la mayoría de los futbolistas no estudian? ¿No hay tiempo?

Tiempo hay. Se te presenta una vida a lo mejor un poco cómoda. El problema está en pensar que hay que estudiar para echar un currículum y trabajar. La gente puede pensar que si ya tienes tu trabajo, para qué vas a estudiar. Creo que hay muchas cosas que descubrir. Soy futbolista, es lo que más me gusta hacer en el mundo, pero aparte de por lo que pueda pasar, aprender cosas sobre lo que te interesa es una suerte que tenemos. Hay universidades donde te enseñan y hay que ser inteligente para aprovecharlo.

Por su forma de pensar, usted en clase o era el empollón o era el que se metía en problemas...

Yo daba collejas. Era bastante malo. Tuve algún lío, pero luego sacaba muy buenas notas. Tenía facilidad a la hora de estudiar. No tenía que hacerlo demasiado y a lo mejor por eso me dedicaba a dar collejas en clase. Se me hacían largas las horas de colegio. Me ha gustado seguir estudiando porque me encanta leer y aprender cosas. Luego te encuentras ante situaciones que las disfrutas mucho más si las conoces en profundidad. Es importante.

¿A veces se ha sentido un bicho raro en el vestuario?

Nunca me he planteado eso. La gente es muy amable conmigo. Son muy buenos compañeros. Sí es verdad que si pongo mi música no me dejan. Pero eso no es un problema. Pero aunque no coincida con muchas cosas, en el campo somos todos amigos. Las tres o cuatro horas que estamos aquí, o fuera, la relación es muy buena.

En breve verá a Schuster... ¿Habría que hipnotizarle para averiguar si se queda con la gente con las cosas que a veces dice?

Cuando estás a ese nivel, cada palabra que dices trasciende muchísimo. Hay que saber jugar con eso. Estoy seguro que no habla por hablar y lo que dice tiene alguna intención.

¿Qué ha sacado en claro de los años que estuvo en el Real Madrid?

He aprendido mucho de los entrenadores que he tenido, de la gente que me ha ayudado. La verdad es que te tratan muy bien. Les debo mucho o todo lo que soy a esos años. Lo he intentado aprovechar lo máximo que he podido.

Qué le haría más ilusión... ¿Hacer grande al Getafe o volver a un grande como el Real Madrid? En el fútbol no sabes lo que va a pasar en tres días. A tan largo plazo es imposible saberlo. Tengo una opción de recompra con el Real Madrid. Si el año es bueno y el Madrid se decide, pocos jugadores son capaces de decirle que no al Madrid. Eso no quiere decir que esté muy ilusionado con el Getafe y agradecido al esfuerzo que han hecho por tenerme aquí. Y voy a responder por eso.