Un misil de Castillo tumba al Huesca en Anoeta

Liga Adelante | Real Sociedad 1 - Huesca 0

Un misil de Castillo tumba al Huesca en Anoeta

Un misil de Castillo tumba al Huesca en Anoeta

amaia zabalo

El equipo altoaragonés estuvo nublado en ataque

Nunca olvidará Xabi Castillo su primer gol como profesional en la Real Sociedad. Un zurdazo espectacular desde unos 30 metros a la salida de un corner que se coló por la mismísima escuadra de la portería defendida por Edu. Fue en el minuto 73 y, para la Real, vale su peso en oro. Tres puntos cruciales que dan vida a un equipo que, pese a la que le está cayendo, se permite el lujo de seguir soñando. Sus ochos puntos de los últimos 12 le dejan el ascenso a tiro. Para el Huesca fue un misil inesperado que le quitó un punto cuando, por méritos lo mereció sobradamente.

Pero hay que seguir con el golazo de Castillo, principio y final del partido de Anoeta. "Fue un balón franco, le grite a Aranburu que la iba a recuperar de espaldas, le pegué con todo el alma, se podía haber ido a las nubes o dentro, y entró. Nunca lo olvidaré, pero el valor real lo da lo que supone", resumía después el protagonista. Porque Castillo fue el factor diferencial que resume un encuentro soporífero que tenía toda la pinta de empate a cero.

Ese golazo desde 30 metros fue la perdición de un serio Huesca. Nublado en ataque, pero bien plantado sobre el césped, presionando bien la salida del balón y haciendo un trabajo solidario que bien le podía haber valido un puntito en un escenario con sabor a Primera al que está poco acostumbrado, pero que no se le quedó grande, como muchos hubieran pensado. Ni mucho menos. Al revés. Y de no ser por Castillo (y su inolvidable chutazo) se lo hubiera llevado. Porque en la primera parte la Real estuvo desaparecida. Sin apuros atrás, pero nula en la elaboración y sin pegada arriba. Tras el descanso se sacudió la presión, le dio un poco más de sentido a la pelota y empezó a llegar con cierto peligro. ¡Hasta Necati parecía otro! El turco jugó sus mejores minutos desde que llegó a la Real y empezó a justificar su fichaje. Bajó a recibir, se asoció con Marcos y protagonizó la ocasión más clara en una gran acción individual justo antes del 'momento-Castillo'. ¡Qué golazo! Lo reconocen todos. Unos lo disfrutan, otros lo lloran. Desde luego, lo llora el Huesca, que ha perdido sus últimos tres partido lejos de El Alcoraz y que sigue echando mucho de menos a Sastre. También a Rubén Castro, que ayer hubiera podido dar luz a su ataque.