Es el Liverpool y eso todo lo cura. Su grandeza esconde cada pequeño drama que ha marcado las semanas previas al partido más esperado por el Manzanares en el siglo XXI. La amenaza de exilio por un capricho de Platini; la cruel lesión que ha impedido a Torres volver a casa y recibir el merecido aplauso de su familia; las derrotas ante Sevilla, Barça y Madrid que han puesto a Aguirre en el disparadero; la decisión del mexicano, racional pero sacrílega, de pensar más en el Villarreal que en el mito red y reservar a Agüero, pese a que ganar da casi el pase Sí, hay problemas, pero no importan. Es el Liverpool y eso todo lo vale.
Sin su Niño, la afición aún tiene tarea. Primero disfrutar de un encuentro para el que se vendió todo en menos de lo que tarda el Atleti en cargarse un partido. Segundo, demostrarle dos cosas a la UEFA: su indignación, con una gran protesta, y sus modales, con un comportamiento ejemplar libre de pancartas estúpidas y actitudes deleznables. Esperemos que los cortitos de siempre no se carguen la fiesta.
Y, por supuesto, fútbol. El Atleti, entre bajas y precauciones, presentará un once irreconocible, lo cual uno no sabe si decir que es bueno o malo. Varios están en la encrucijada: Coupet se libra, ya que está lesionado. Leo volverá a ser titular. Perea será central y ahí no tiene excusa, Luis García acomete ante sus ex la difícil papeleta de demostrarle a una grada impaciente que aún le queda cuerda y Forlán ha de volver a ser Forlán o el Atlético no sobrevivirá sin Kun.
A la espera del uruguayo, les toca tirar del carro a Maniche y a Simao, que vive en estado de gracia desde agosto. Si hizo sufrir tanto a Ramos en el derbi, debería hacer aún más daño ante Arbeloa y con el doble de tiempo. Y de la marejada liguera, el Atleti puede encontrar oro en Domínguez (un central a la antigua: seguro y sin florituras) y sobre todo, en el añorado Camacho, que debe ser la solución en vista de que Assunçao y Raúl García no están rindiendo.
El Liverpool recupera sin Torres su perfil más rocoso, ése que estaba olvidando esta temporada, pero que siempre le ha servido a Benítez para campar a sus anchas por la Champions. En el doble pivote, junto al indiscutible Mascherano jugará el currante Leiva y no el brillante Xabi Alonso. Se pierde sentido, pero se gana libertad para el póker de ataque. Kuyt, fantástico hombre para todo, será el único punta, las bandas quedan para la calidad pura de Riera y la amenaza continua de Babel, que a veces se toma el día libre, pero cuando está inspirado Pobre Antonio López. Y por encima del resto, el gran Gerrard. Sí, esta noche en el Calderón. Es el Liverpool y eso lo es todo.
