Gerard Piqué se definió ayer como un antinada, porque "cuando una persona es anti algo es que tiene mucha rabia o mucha envidia". Y aunque se refería al capitán del Espanyol, Raúl Tamudo (que se confesó "antibarcelonista" en una entrevista en Don Balón), Piqué abría el paraguas a propósito del Real Madrid. Porque también calificó de "totalmente injustas" las quejas por el arbitraje que los blancos tuvieron en el derbi (1-2). "Si encima al final se llevaron los tres puntos, no hacía falta quejarse".

"Partidos como los de ayer dan Ligas", afirmó Piqué en referencia al gris triunfo del Barça en San Mamés (0-1). "Viendo el ritmo de los equipos de arriba, que no fallan, era importante que nosotros tampoco fallásemos". El defensa jugó en Bilbao su cuarto partido seguido como titular: "Llegué para ayudar al equipo y jugar tantos minutos como fuera posible, y me siento orgulloso de tener esta oportunidad. Ser titular es complicado, la competencia es máxima".