Unas declaraciones de Torres a L'Equipe (ver página 3) animaron el cotarrillo ayer, la víspera del duelo con Estonia, selección 137 del mundo. Entre Madagascar y las Islas Fidji está. Resulta que el Niño considera que existe una gran campaña pro Balón de Oro para Casillas. La habría iniciado Móstoles, su pueblo, que lleva recogiendo firmas de apoyo a su ilustre paisano desde que acabó la Eurocopa. Fuenlabrada, patria chica de Torres, pudo hacer lo mismo y no lo hizo, por cierto.

"Habría que estar ciego para no ver la gran campaña que hay en favor de Iker. Soy el primero en decir que lo merece más que ningún otro, pero Villa, Xavi y yo mismo también somos candidatos y nadie lo dice", se arrancó... y remató: "En España no hay más que un vencedor posible (en referencia a Iker). Según dónde estés estás mejor considerado, no me gusta este tratamiento diferenciado", dijo el 9 de la Roja.

Torres no explicó quien es el responsable de la "gran campaña" y debió hacerlo, pues servidor está en un sinvivir y seguro que también ustedes. Móstoles, seguro, ya digo. ¿Pero también la Prensa canallesca? ¿Toda? ¿Sólo un influyente sector? ¿El Madrid? ¿Un grupo de hinchas del Everton, irreconciliable rival del Liverpool y, por tanto, del propio Torres? Pronto saldremos de dudas. O no. Las credenciales de Iker para aspirar al galardón son sus títulos de campeón de Liga española y de Europa de Naciones. Y su calidad, que diría el Poli Rincón.

¿Si triunfará la campaña? Pues no sabría decirles. En este premio unas veces priman los títulos y otras, la categoría del futbolista, haya o no levantado trofeos en el año en curso. Michael Owen le ganó en su día el Balón de Oro al mejor Raúl porque hizo casi pleno en Anfield y así se justificó la votación. Porque a peso, Raúl fue siempre mil veces mejor futbolista que el inglés. Ahora hay quienes apuestan por la categoría de Leo Messi, grandísimo pelotero, que la pasada temporada no ganó ni la Copa Catalunya. O sea, que puede pasar cualquier cosa.

¿Por cuántos?

Donde no habrá sorpresa será en el partido de hoy, tan desequilibrado de fuerzas. Es la primera vez que nos enfrentaremos a Estonia y salvo cataclismo como el de la Bolsa sólo existe un misterio alrededor del partido: saber por cuántos goles ganaremos.

Estonia ha presentado dos caras en esta fase de clasificación para el Mundial 2010: plantó cara a Bélgica (cedió sólo por 3-2 y llegó a dominar por 1-2) y encajó siete (a cero) ante Bosnia. Hoy, además, podría tener la baja de su delantero más goleador, Anders Oper, tocado, lo que anima a pensar que su táctica será la de siempre y más: defender como cosacos. Su seleccionador, don Tarmo Ruutli, de 54 años, es un pluriempleado futbolístico pues también entrena al líder de su Liga (Levadia Tallin FC) y juega en un equipo de la cuarta división de su país. En el estadio, Le Coq Arena, caben 9.500 personas, o sea que por presión ambiental no será. Y está bien de piso.

España tiene ciertos registrillos por mantener y/o superar. Lleva 25 partidos consecutivos sin perder (la última vez fue el 0-1 ante Rumanía, noviembre de 2006), desde 1922, con José María Mateos en el banquillo, ningún seleccionador ganó sus cuatro primeros partidos (Del Bosque lleva tres victorias) e Iker y Reina están a 72 minutos de superar los 692 sin encajar gol que lograron Zubi y Buyo. Llevan 620.

Con Ramos.

El último entrenamiento dejó entrever que Ramos será titular y también Juanito, junto a Puyol, averiado Albiol. El mediocentro fue Xabi Alonso y el resto, los de siempre: Iker, Capdevila, Cazorla (por la derecha), Xavi, Iniesta, Torres y Villa.

Del Bosque no soltó prenda, atribulado como parece estar con los tres descartes. El mismo misterio avant match que ante Armenia, ¡qué cosas!, y la misma consigna: tocar hasta marear y marcar pronto. Si la cosa se encarrila bien, los tocados Ramos e Iniesta se irán a la ducha. Estonia-España. Si sale el 1, ¡vaya quiniela!