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José Ángel Sánchez

"El Madrid ha tenido que reinventarse"

A José Ángel Sánchez no le gusta salir en la foto y se prodiga poco en los medios. El director ejecutivo del Real Madrid acudió ayer a una entrevista con nuestros compañeros David Álvarez y Alfonso Villar en Real Madrid TV para dar su particular punto de vista sobre el estado del club.

RealMadrid Tv
Actualizado a
<b>ANÁLISIS. </b>David Álvarez y Alfonso Villar entrevistaron a José Ángel Sánchez en Real Madrid TV.
reportaje gráfico: david r. anchuelo/realmadrid.com

Bienvenido, no se prodiga mucho por los medios...

Ocho años es arrastrar un poquito los pies, lo reconozco. Pero tengo la sensación de que el fútbol lo habla la gente en su tiempo libre y esta parte que tiene un cierto interés más bien organizativo, más gris y más técnico interesa menos.

¿Cómo es el día a día de José Angel Sánchez?

Es exigente porque es una institución muy grande, tiene una organización compleja, una dimensión social descomunal y exige mucho a los que trabajamos dentro. Bajo mi responsabilidad está la Dirección Ejecutiva y los aspectos más técnicos, esa parte de la economía y las finanzas, la administración, el control de gestión Toda la parte del negocio, los patrocinadores, la explotación de las instalaciones, márketing, los sistemas de información, las infraestructuras, etc. Tengo también en dependencia los Recursos Humanos y la Dirección de Planeamiento Estratégico.

¿Cómo ha cambiado la industria del fútbol y el Madrid en estos últimos años?

Entré en el 2000 y el Madrid ha cambiado mucho. Ha aprendido a relacionarse con su industria. Ha tenido que reinventarse. Acabó el siglo siendo el mejor club con un enorme palmarés deportivo, pero con dificultades para interpretar los cambios de la sociedad y la industria del fútbol. Por eso ha habido un cambio estructural que nos ha llevado a convivir con esa industria, a financiarnos para poder seguir siendo el Madrid en el campo. Es obligatorio administrar bien.

¿Cómo es su relación con Ramón Calderón?

Tengo muy buena relación con él. La Junta Directiva funciona como un Consejo de Administración. Tiene labores de supervisión y de control, algunas labores de autorización de inversiones pero los gestores individuales de las diferentes áreas trabajamos con bastante independencia.

¿Y con Mijatovic y Antonio Martín?

Tengo una relación muy buena con ellos en lo personal y en lo profesional muy profunda. Estamos progresando en un montón de procesos que tienen que ver con que el conocimiento en las áreas deportivas no se pierda y de alguna forma se acumule, con crear estructuras para que el conocimiento circule y las cosas el club las aprenda y no las olvide.

¿Cómo está la situación financiera del Madrid?

Es buena y lidera la clasificación mundial de ingresos, además es sólido para conseguir crecimientos anuales. Los presupuestos que estamos haciendo para este año superan los 400 millones de euros. El Madrid es una de las pocas excepciones de un club que está en una buena situación financiera y económica y en general una buena situación patrimonial.

En el fútbol se vive muy al día. Afortunadamente en el Madrid hay un plan estratégico con miras al futuro...

Hemos definido muy bien los objetivos que tiene a corto plazo. Es fundamental que el Madrid no se resetee cada equis tiempo, ya sean cuatro, cinco o seis años porque eso significaría la pérdida de la información que había hasta el momento. Es importante que los gestores comprendamos la necesidad de crear estructuras donde el conocimiento se acumule.

¿Qué le parece la aparición de grandes magnates que compran y manejan clubes?

Sobre el Madrid se ciernen una serie de amenazas a medio plazo. Una es la pujanza de la Premier League. Tiene un modelo de comercialización muy agresivo y una gestión de derechos que probablemente es posible allí y no en otros sitios. Unos horarios bien estudiados, una normativa interna severa y atrae el capital de las grandes fortunas y de multinacionales. Es el caso del Zenit, con un rendimiento espectacular al amparo de una de las mayores empresas de Europa, o el Manchester City, que nosotros vivimos con Robinho. Alumbran un panorama en el que la Liga debe ser capaz de conservar el atractivo de la competición en desventaja porque se está produciendo una entrada tremenda de capital en la Premier.

Hay que trabajar mucho este tema...

Es que no tengo claro que sea sano un modelo de mecenazgo, basado en la riqueza personal de un individuo que genera una incertidumbre a los aficionados sobre su grado de compromiso. Las claves están más en la reflexión sobre lo que es la naturaleza colectiva y sobre la comprensión de lo que es el valor del despliegue de ese contenido en la Liga española, no sólo en televisión sino en el futuro. Me consta que en la LFP hay una preocupación por esto, no solo por la pujanza de la Champions, sino también por problemas como la guerra de las televisiones.

El reconocimiento mundial del Madrid es enorme...

Es una institución singular y tiene esa ventaja. Tiene aficionados en todas partes y está asociado a una serie de valores que lo configuran en un mito. Uno no sabe lo que es el Madrid hasta que no se baja de un avión en Hong Kong a las seis de la mañana y hay 6.000 personas en un aeropuerto.

¿La crisis mundial financiera afecta al mundo del fútbol?

El contexto económico general en este momento no ayuda y al fútbol le afecta, en las entradas y en el PPV. Sin embargo, el Madrid está a día de hoy muy bien protegido. Tiene una administración sólida, unos ingresos altos y realmente no tiene incertidumbres en el corto plazo. Es una institución sólida y no tendrá problemas.

Hablando del baloncesto. ¿Está el club cómodo con el actual modelo de la ACB?

No, porque es un modelo de gestión colectivizado. El Madrid tiene que desarrollar una actividad en baloncesto a un nivel alto, y los retornos que ofrece el actual modelo no permiten financiarlo. También hay incomodidad con el modelo competitivo de la ACB. Hay una hipótesis circulando sobre una liga semicerrada europea. Se podría ver con buenos ojos si fuese semicerrada y diese cobertura a las ligas locales. Pero una cosa es nuestro grado de confort en la ACB y otra el apoyo que podríamos prestar a una competición europea sin saber todavía bien sus condiciones.