"En el Colombino jugué el partido de mi vida"

Eliseu

"En el Colombino jugué el partido de mi vida"

"En el Colombino jugué el partido de mi vida"

Eliseu Pereira hizo la galopada de su vida en Huelva. Dos goles y una asistencia en 81 minutos. Ayer lo celebró exultante en la redacción de AS. Promete más recitales.

Cuente algún secreto que aún no se sepa del 0-4.

Secretos no hay. La gente está loca de contenta. Tanto la afición como nosotros estamos muy felices tras este 0-4.

¿Le ha dado tiempo a escuchar qué se dice en la calle?

Me ha sorprendido mucho la reacción de la gente. Ayer iba con un coche diferente, con la gorra y las gafas, pero aun así me reconocían. Me gritaban: "¡Qué buen partido hiciste, enhorabuena!".

¿Y cuál fue el secreto del equipo para marcarse ese partidazo?

El cómo salimos fue clave. Metimos el gol en el minuto uno, el Recreativo se vino abajo y nosotros seguimos igual.

¿Ha metido alguna vez dos goles en 90 minutos?

Nunca. Como profesional, jamás. Antes sí que metía más goles, pero cuando era chico.

¿Qué tal por la derecha?

Bien, muy cómodo. Quizás al entorno le haya sorprendido la posición, pero ya me he probado en más de una ocasión por ahí. Por una banda o por otra, lo más importante es jugar.

Su carrera en el tercer gol es para enmarcar...

La temporada pasada lo hice en Las Palmas y acabó en gol. Entonces se la di a Peragón y en Huelva le pasé a Duda. En El Ejido también se intentó. Se tiene que dar la ocasión, tener espacio y empezar a correr.

Es la jugada que está en boca de todos.

Sí, el defensa intentaba hacer falta pero no podía llegar. Cuando vino por mí di otro toque al balón y vi a Duda solo.

Cuesta creer que no ha tenido relación con el atletismo.

Siempre fútbol, nada más. Los técnicos me decían cuando era más joven que si mejoraba en la definición y en el último pase, podría llegar a jugar en un grande.

¿Le agradeció el pase Duda? Porque al principio lo celebró por su cuenta...

Sí, sí, después me pegó un abrazo enorme. Nos llevamos muy bien, como con toda la gente del Málaga. Aquí estoy a la perfección, no tengo ningún problema. Trabajo con alegría y eso es lo más importante.

Por si le conocían poco, tras lo del Recre ya no va a sorprender a nadie.

Es verdad. El domingo salió todo bien y, poco a poco, los adversarios van conociendo mi forma de jugar. Seguro que el Getafe ya tendrá una estrategia preparada para frenar mi velocidad.

Antes se le recriminaba que no daba ese último pase...

He mejorado muchísimo. Sé que la gente me criticaba eso el año pasado, pero ya desde entonces he trabajado para ello y voy a más. El salto de Portugal a España me vino muy bien, no sólo como futbolista sino también como persona.

¿Ha sido el partido más feliz de su carrera?

Puede ser el mejor en cuanto a juego, pero el partido más feliz de mi vida lo viví la temporada pasada con el ascenso a Primera División. Aquello fue realmente increíble, no hay palabras para describirlo. Pero el día en el que más aporté en lo personal sí fue ante el Recreativo.

Lo uno es consecuencia de lo otro. Es el premio a todo el esfuerzo del año pasado.

Sí, cuando estábamos ahí arriba sólo quería que acabase ya para jugar con el Málaga en Primera. Era mi objetivo y se ha cumplido, ahora juego rodeado de una calidad tremenda, en la mejor Liga del mundo.

Aquí coincide con jugadores a los que admira...

Sí, Santi Cazorla, Silva, Mata, Joaquín, Jonathan Pereira... Hay un montón. De medio campo hacia adelante existe una calidad tremenda.

Para Eliseu, ¿qué futbolista es el mejor del mundo?

Messi y Cristiano Ronaldo son los mejores, sin duda.

A usted también se le ve con más recursos, ¿cómo los va aprendiendo?

Si te dan confianza, te atreves a intentar las cosas. Con el tiempo puedes plantearte intentar las cosas que tienes pensadas.

¿Qué diferencias percibe entre la labor de Muñiz y Tapia?

Lo mejor de Muñiz es que siempre ha sido un tío muy directo y claro. Tapia es un trabajador nato.

Y pensar que estuvo a punto de firmar con el Livorno y perderse todo esto.

Menos mal. Estuve a punto de firmar, pero el Málaga apareció en el momento justo. Fue el paso más importante que di en mi vida.

¿Qué sueños le quedan por cumplir ahora?

Ahora que juego en Primera, el sueño es llegar a la absoluta de Portugal. Cuando juegas de titular en España, aunque no seas muy conocido, tu objetivo tiene que ser ir a la selección.

Por eso tendrá que competir con Duda.

No sólo con él, son muchos jugadores para el puesto, pero todo pasa por hacer una buena temporada y, quizás, entrar en los planes de Queiroz.

Juega usted en una posición de las más concurridas en Portugal.

A mí me da igual. Tengo una cualidad que es la potencia, que me podría ayudar mucho. Ahora que hay tantos portugueses en Málaga, a lo mejor se nos presta más atención.

Un año más partía como revulsivo y ahí está de titular.

Ser el revulsivo es complicado. Entras fresco, sí, pero tienes 15 ó 20 minutos para mostrarlo todo. Unas veces te sale bien y otras no. La temporada pasada mostré las dos caras, pero seguí trabajando igual y eso me ha ayudado mucho.

¿Ha sentido que se lo ha tenido que trabajar mucho?

Pues sí. El día del Valencia se me dio la oportunidad y yo sabía desde el principio que no podía desaprovecharla. Esto es la Liga, la oportunidad de tu vida.

La plantilla no le dejará relajarse. Calleja, Nacho, Duda...

Somos muchos. Con tanta gente que puede caer a banda, tienes que dar el máximo siempre. Eso es lo que estoy haciendo, luchando por cada balón en los entrenamientos.

¿Qué le ha dicho la familia?

El más chico me decía por teléfono "papá, gol", y el grande me dijo que habíamos ganado. Cuando llegué a casa ya estaban durmiendo. Por la mañana los llevé al colegio, compré el AS y les enseñé la foto. Se alegraron mucho.

Una pena que no pudiesen estar en el campo.

Sí, una lástima. Justo cuando estaban llegando a Sevilla, se pinchó la rueda y tuvieron que volverse para Málaga. Cuando entraron en la casa, justo estaban repitiendo el primer gol. Pero bueno, habrá más partidos.

¿Qué le preguntaban los periodistas de Portugal?

Que qué se siente al jugar en Primera y meter además dos goles en España. Allí no soy ninguna estrella, he luchado mucho para llegar hasta aquí y tengo que seguir así, con los pies en el suelo.

No quiere sentirse ningún famoso.

Salgo a la calle igual, sonrío igual, hablo igual. Aunque meta cinco, hay que estar tranquilos porque no hemos ganado nada.

¿Quién le ha enseñado esa mentalidad?

Mi familia. Nuestra madre ha tenido que trabajar mucho para sacarnos adelante a mis cuatro hermanos y a mí.