"Soy anómalo, Europa excluye a las minorías"

Pape Diouf

"Soy anómalo, Europa excluye a las minorías"

"Soy anómalo, Europa excluye a las minorías"

El presidente del Olympique de Marsella sabe que su equipo lo tiene difícil ante el Atlético, pero no se arruga. No lo ha hecho nunca. Su caso no es como el de otros muchos mandatarios de clubes europeos. Diouf explicó a AS cómo llegó a la cima de un grande del fútbol francés.

De Senegal a presidir el Marsella hay un largo camino, es usted un caso atípico...

Soy el único presidente negro de un club en Europa y eso es algo incontestable. Y esto incluye a ex futbolistas africanos legendarios. Hay una gran consideración hacia todos los jugadores negros que evolucionan en Europa, y más particularmente en Francia. Y no es lógico que no pueda haber dirigentes negros que encabecen un club, ni entrenadores negros que puedan sentarse en los banquillos.

¿Cuál cree que es la causa de esta falta de integración?

Es una pena, pero esto sigue así. Y queda en evidencia cuando los futbolistas de color demuestran que son igual de inteligentes que los demás, que pueden ser líderes de sus equipos y, sin embargo, en cuanto se retiran ya no se les vuelve a ver más. ¿Por qué? Es la imagen de la sociedad europea y sobre todo francesa, que excluye a las razas minoritarias. Mi caso es una anomalía, está claro que mi vida es atípica. Si estoy aquí es simplemente porque el Marsella es un club aparte, y tenemos la suerte de que Robert-Louis Dreyfus, el propietario, es un hombre de mundo que juzga a la gente en función de su competencia y no de su origen.

¿Sigue viajando a Senegal, su país de origen, y hablando con sus familiares?

Uno es lo que es. No podemos olvidar nuestras raíces. Yo soy senegalés de origen y no puedo ser otra cosa. Eso sí, considero que tengo dos culturas: la africana y la europea. El hombre se enriquece cuando tiene más de una cultura.

Emigró a Marsella con 18 años y sin su familia, ¿cómo empezó el camino hacia su presidencia en el Olympique?

Me mandaron de Senegal a Francia para entrar en un colegio militar. No era lo mío y no me matriculé. Entonces me quedé en Marsella ganándome la vida haciendo pequeños trabajos, como hacerle la compra a particulares, labores manuales y al final tuve un empleo en correos. Durante dos años también estudié ciencias políticas. Mi primer trabajo estable fue durante 12 años como periodista deportivo.

¿Y cómo pasó de ser periodista deportivo a presidente de un club como el Marsella?

La publicación en la que trabajé en mis últimos años como periodista dejó de existir. Luego me dediqué a organizar torneos conmemorativos para leyendas africanas como Roger Milla y Eusebio en África. A partir de ahí, los jovenes talentos que aparecían en aquellos torneos pedían que les representara cuando llegasen a Europa. Como agente deportivo he representado a Desailly, Abedi Pelé, Drogba, Nasri, Gallas, Lama y Coupet durante mucho tiempo. Después surgió la casualidad de que un ex compañero periodista y presidente del Marsella en aquel momento, Richard Boucher, me ofreció el puesto de director deportivo. Al principio lo rechacé, pero él me acabó convenciendo.

¿Y qué pasó entonces?

Entré justo cuando estalló la peor crisis en la historia del Marsella. Al ser nuevo, fui el único que daba la cara delante de las cámaras y de los pocos directores que no dimitieron. Luego, en 2006, me eligieron presidente. Ahora el club está saneado, se le han terminado los días de ir a los tribunales y el primer equipo tiene sus mejores registros desde 1993. Hemos conseguido eliminar las deudas más inminentes al fichar barato y con inteligencia: Mandanda por 2,5 millones, Bonnart por 500.000 euros, Zenden gratis, Erbate por 350.000, Taiwo por 200.000 y Valbuena por 80.000 euros, ¡una cantidad que ni se acerca a la mitad de algunos salarios mensuales!

La gran adquisición de este año parece ser Ben Arfa...

Sí, que por 12 millones no es mucho. Es buenísimo, un genio sobre el campo.

Usted acudió al sorteo de Champions, ¿cómo reaccionó al ver su grupo?

El grupo es el más dificil. La clave fue que nos tocó el Atlético en la cuarta serie. Es terrible porque es un club de primer bombo y un hueso en España. Hubiera preferido encontrarme a uno mucho más modesto.

¿Qué se espera del partido en el Calderón?

El favorito es el Atlético. Nosotros jugaremos con toda la determinación y motivación para probar suerte. Con mucho respeto para el Atlético, demostraremos que no tenemos miedo. Esperamos que las circunstancias nos sean favorables y tengamos suerte.

Francia es una potencia mundial, ¿por qué la Ligue 1 no está a la altura de la Liga española o la Premier?

En Francia no tenemos la misma cultura futbolística que en España o Inglaterra. Tampoco tenemos las mismas infraestructuras necesarias para desarrollar nuestro fútbol. Los estadios en Francia tienen muy poca capacidad y no son los suficientemente modernos. Sin embargo, en Francia no hay un sólo club con déficit. En España no es el caso, tal y como lo demostró el Levante la temporada pasada. En Francia un jugador siempre recibe su salario y hay un sistema de gestión que asegura que sea así. La Premier tiene una gran ventaja por sus contratos televisivos monstruosos. Pero soy optimista y veo al fútbol francés en una línea ascendente. No somos capaces de retener a los mejores jugadores, pero nuestro país tiene una de las mejores canteras del mundo.

Aparte del fútbol, ¿tiene algún hobby?

Sí, mi pasión siempre ha sido la lectura. La literatura y la sociología son los temas que más me interesan. El baloncesto también me encantó y jugué de joven en la primera división de Senegal.