Los 'boixos' siembran la alarma social

Primera | Espanyol - Barcelona

Los 'boixos' siembran la alarma social

Los 'boixos' siembran la alarma social

Barcelona sigue conmocionada con los incidentes del derbi en Montjuïc provocados por un grupo de 'boixos nois'. El presidente de la Generalitat, José Montilla, y el alcalde de la ciudad, Jordi Hereu, coincidieron: "Fue una vergüenza". La fiesta acabó en decepción y alarma social.

Cómo puede ser que un grupo de boixos perfectamente identificado y controlado por la Policía reviente otro partido de fútbol? Barcelona sigue preguntándoselo muchas horas después de terminar el derbi del sábado. Lo vivido en Montjuïc evidencia lo sabido por mandos policiales y encargados de seguridad de los clubes: este fenómeno ultra azulgrana no está lo controlado que parece. Los políticos de todos los colores presentes en el estadio coincidieron en manifestar al final del partido: "Fue una vergüenza y una mancha para la ciudad de Barcelona".

Joan Laporta, presidente azulgrana, se refugia en que él declaró la guerra a esos violentos y en que al Camp Nou no van. Conviene matizarlo. Fuentes policiales consultadas por AS aseguran que no van en grupo como antes era habitual, pero ese foco de conflicto no ha desaparecido. Excepto uno de sus miembros, con dos causas penales pendientes, la mayoría de los boixos que estuvieron en el derbi son habituales del Camp Nou. Algunos incluso son socios. Se sitúan en localidades altas, no en tropel sino desperdigados, pero asisten a los partidos de su equipo.

Compra libre.

Cómo compran las localidades era la pregunta que se formulaban ayer muchos barceloneses alarmados por las imágenes de las bengalas que, lanzadas por los boixos, produjeron lesiones en una mano a una aficionada y escenas de pánico entre niños y mayores en las localidades que recibieron los lanzamientos. Muy sencillo: los clubes locales, en este caso el Espanyol, habilitan una zona para los seguidores del equipo visitante. Si usted es del Espanyol, se identifica como tal y quiere estar el domingo en el Bernabéu, el Real Madrid le facilitará localidades en esa zona, a la que no tendrá acceso un solo madridista. Para conseguirlas basta con acercarse a las taquillas. Menos explicación tiene que, conocedores los Mossos d'Esquadra de la intención de los boixos de acudir al partido, no tomen (tampoco ninguna autoridad) la decisión más pertinente: impedirles entrar.

También la actitud de varios jugadores de Pep Guardiola festejando los goles de su equipo con los violentos (Etoo, incluso después del partido) fue objeto de crítica ayer en diversos foros ciudadanos. Destacó el comportamiento del capitán Carles Puyol, que se mantuvo siempre al margen, lo que le dignifica como capitán del Barça. No puede decirse lo mismo de Henry y Etoo, que celebraron el triunfo con los indeseables.

El Espanyol sólo espera multa

Los responsables del Espanyol, después de un análisis en detalle de los hechos ocurridos en el derbi, confían en que no se castigue al club con el cierre del Estadi Olímpic, aunque son conscientes de que deberán pagar una cuantiosa multa. La convicción de que Competición no verá acciones punibles contra ellos se basa en que los vídeos demuestran claramente que los autores de los lanzamientos de bengalas y otros objetos desde el segundo graderío fueron seguidores del Barcelona. El botellazo que recibió Juan Carlos Unzue, un técnico del Barça, es lo único que preocupa en Montjuïc.

Cinco ultras detenidos por los incidentes

Los Mossos d'Esquadra confirmaron ayer la detención de cinco miembros de boixos nois por los incidentes del sábado. Se trata de los hermanos Guilem C.R., de 20 años, y Àlex C.R., de 21, ambos con domicilio en Anglès (Girona); Eduard C.L., de 28; Guillem V.H., de 18; y Marc M.I., de 23; los tres vecinos de Girona. Los jóvenes, de nacionalidad española, serían los presuntos responsables del lanzamiento de bengalas desde el segundo graderío hacia abajo, donde se encontraban aficionados del Espanyol. Los detenidos declararon ayer y pasarán hoy a disposición judicial.

La policía catalana recordó ayer que para este partido, declarado de alto riesgo, desplegó a 300 de sus efectivos.