Sergio Ramos no pudo entrenarse ayer con el resto del equipo y es la gran duda que Bernd Schuster tiene para el partido de mañana frente al BATE Borisov y que abre la participación madridista en esta edición de la Champions League. El lateral, que no pudo entrar en la convocatoria del partido frente al Numancia por una pubalgia, ha sido el objeto de la última polémica del alemán y estará entre algodones hasta última hora.

Schuster afirmó el pasado sábado en conferencia de prensa que Ramos jugó infiltrado en el último partido de la Selección frente a Armenia. El alemán volvió ayer a la carga en una entrevista concedida a Cuatro, en la que avivó la polémica y no aclaró las cosas: "Yo quiero a mis jugadores en plena forma. No quiero que estén en un sitio y luego no poder contar con ellos. Por eso, tengo que mostrar mi disgusto".

Decepcionado. Schuster también declaró que se siente "decepcionado" por la marcha de Robinho: "Es una decepción porque 'Robi' tenía todo aquí para triunfar, pero hay que respetar su sueño de ser un buen jugador en un equipo mediocre en Inglaterra; hay que respetarle". Sobre las dudas que planean en el equipo por los fallos ante el Numancia, Schuster afirmó: "No podemos bajar el nivel para hacer mejor al rival. Eso en Champions no nos lo podemos permitir".

Pepe será baja por sanción

Schuster está obligado a hacer cambios con respecto al once inicial que saltó el domingo frente al Numancia. A la duda de Ramos se une la baja por sanción del portugués Pepe, que fue expulsado en la vuelta de los octavos de final de la Champions del año pasado frente al Roma en el Bernabéu.