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Fernando Roig

"Creo más en el fútbol de los sentimientos que en el de un jeque"

Esta es su undécima temporada en el Villarreal. Gestión impecable y ejemplar y la guinda deportiva más sabrosa: el miércoles vuelven a la Champions. ¡Salud y suerte!

Tomás Guasch
Actualizado a
Fernando Roig
ANGEL SANCHEZ

Los clásicos dicen que suerte para el que no sabe. Y ustedes saben un rato de esto

Todos los buenos deseos son bien recibidos, me consta que ustedes valoran nuestro trabajo, la realidad del club De momento cumplimos con el objetivo de volver a la máxima competición europea. Cuando descendimos a Segunda nos propusimos volver a Primera lo antes posible y lo conseguimos. Ahora tenemos otra vez al Manchester United a la vista. ¡A por ellos!

Villarreal y Champions nos llevan al maldito penalti que Lehman le paró a Riquelme. ¿A que no fue una derrota?

Con el paso del tiempo, desde luego que no. Fuimos uno de los cuatro mejores equipos de aquel torneo. Cuando pasó nos invadió la amargura, la lógica decepción que supuso no jugar una final que tuvimos tan cerca. Pero ahora es verdad lo que usted dice: no fue una derrota. ¡Fue el fútbol!

¿Se acuerda de Riquelme, ya que estamos?

No. Me acuerdo de Capdevila, de Diego López, de los 23 jugadores que tenemos. De esos me acuerdo cada día.

Ya. Pero lo de Román fue una pena, su marcha digo

Es un gran jugador que compartió con nosotros una etapa de su vida. Lamentablemente su manera de pensar no coincidió con la del entrenador y con la del club por extensión. Lo mejor fue que cada uno siguiera su camino.

El martes viajan ustedes a Manchester y ya ve como las gastan en la Premier. ¿Le asusta el poder que está acaparando el fútbol inglés, ese desembarco de jeques árabes, rusos y lo que está por venir?

¿Más?

Un día aparecerá un 'millonetis' chino, más tarde un hindú

Si dan ese paso es porque esperan un retorno, algo a cambio. Popularidad, posiblemente una verdadera afición por este deporte. De todas maneras, yo siempre he creído más en el fútbol de los sentimientos que en el de un jeque. En los sentimientos de los veinte mil abonados del Villarreal, sin ir más lejos. Yo nunca he visto el fútbol como negocio.

Ya dijo en su día Pepe Samitier que si lo fuera lo tendrían los bancos. Y hace de eso cincuenta años.

¡Seguro! Pero yo creo en el fútbol al que llegas para darle gusto a tu pueblo, a tu comunidad, a tu país. El fútbol no se hace sólo con dinero. Lo necesitas, claro, pero nosotros acabamos el año pasado entre los dos grandes de nuestra Liga con un presupuesto cuatro o cinco veces menor. No por poner muchos billetes llegarás el primero, es lo grande del fútbol.

¿Cuánto le va a costar a usted el Villarreal esta temporada?

Nada. Tenemos presupuestados ochenta y pico millones de ingresos y otros tantos de gastos. Me costó en su momento, aunque hay que distinguir entre coste e inversión. En su día invertí en el campo, en la ciudad deportiva, en la cantera Entre sesenta u ochenta millones de euros. Pero este año, y el pasado, conseguimos el equilibrio. El fútbol no es negocio, ni para nosotros ni para los jeques esos. No es negocio, pero sí se puede buscar el equilibrio; digo más, hay que exigirlo. No es razonable que un club que no paga a sus jugadores ni hace frente a otros compromisos (Hacienda, Seguridad Social) siga compitiendo. Y competir es ganarte puntos, posibilidad de jugar en Europa o ascender de categoría, fichar jugadores por un precio que sabe le supera y al que otros no pueden llegar

A usted, lo de la Ley Concursal no le acaba de convencer.

Es una ley y, como todas, está para beneficiarse de ella, pero también para cumplir con su espíritu. Esto es muy fácil: haga usted frente a los compromisos que adquiere o dé un paso al costado. La Concursal favorece al fútbol, pero el que no pague que pierda la categoría. ¿De qué vale que el Villarreal y otros clubes se vuelvan locos buscando el equilibrio entre ingresos y gastos si unos cuantos hacen lo que les da la gana? Oiga, y si aparece un mecenas, perfecto. Pero pagando. Hay que ser rigurosos con los balances que se presentan.

Hay clubes que hacen cuentas, y las presentan, y se les aprueban, sabiendo que perderán millones.

Claro. Volviendo a Inglaterra, a mí no me parece mal que entre dinero en el fútbol, mejor para el fútbol. Pero haciendo las cosas como deben hacerse y allí se hacen bien. No veo la Premier planteándose una huelga de futbolistas por falta de cobro.

¿Tiene que ver con el desembarco de los Abramovich y cía que los clubes ingleses cotizan en bolsa y los nuestros no?

No creo. Vamos, si piensan como yo, imposible. No tengo dinero invertido en la bolsa normal, ¡como para meterlo en la del fútbol! A mí aquello no me gusta. Que un tailandés sea dueño de un club histórico, un árabe de otro El fútbol es sentimiento o es otra cosa. Allí, lo que funciona es la solidaridad entre clubes. En los derechos de televisión, por ejemplo. Los grandes tienen contratos superiores a los pequeños, pero cuidan lo deportivo: un equipo que desciende no ve recortados de manera drástica sus ingresos. Han vendido mejor ese derecho, tienen una gran implantación de Asia y en los territorios que dominaron en su día, su mercado es amplísimo. Pero el colista tiene donde agarrarse; el nuestro, no. Al que baja aquí, que Dios le ampare.

¿Fue un error negociar aquí individualmente los derechos televisivos?

Como concepto global, sí. Ahora los grandes tienen un contrato, los medianos tiene otros y los pequeños lo que queda. Lo ideal hubiese sido negociar en bloque, pero no se hizo y no va a ser fácil que los poderosos renuncien a parte de su tajada. Más que en la llegada de grandes fortunas, lo que le envidio a la Premier es su organización, su estructura de Liga Profesional. Creo que una Liga entre el Madrid y el Barça a treinta partidos, quince en el Bernabéu y quince en el Camp Nou, sería un poco aburrida, ¿eh?

Un poquito, sí.

Deben existir los modestos, los pobres, porque son necesarios para la competición. No es normal que un club reciba cinco o diez veces más que otro, debería existir un reparto más equilibrado. En Inglaterra no existe esa diferencia y el resultado es una Liga mejor cada temporada.

¿Y no nos damos cuenta? ¿Cuándo los presidentes se reúnen no ven el peligro, la realidad?

Aquí cada uno va a lo suyo. ¿Qué nos queda a los que no somos poderosísimos? Pues gestionar bien y gozar con situaciones como las que estamos viviendo en la Selección: tres de los once titulares de España son del Villarreal y dos de los tres goleadores frente a Armenia juegan en nuestro equipo: Capdevila y Senna.

¿La Liga de Fútbol Profesional tiene mucho de florero?

No, su labor es importante. Pero si los contratos de televisión son individuales y nadie se plantea lo contrario, poco tiene que hacer por ahí. Ha conseguido el patrocinio del BBVA y está metida en otros asuntos interesantes. Pero sin la unidad su tarea es más difícil. Ya le digo: no me preocupan los jeques de la Premier, me preocupa nuestra propia organización, nuestro sistema.

¿Le vamos a ganar al Manchester, presidente? Nos iría bien para coger moral frente a ellos

Ya le empatamos allí, ¡quién sabe!

Y todo este invento del Villarreal, cuando tenga usted cien años

Pues nada: trataré de llegar a los ciento diez o ciento doce.

¡Torero!

No, en serio: hay proyecto. El que permitió pasar de los dos mil socios de hace diez años a los veinte mil de ahora. El proyecto está consolidado. Hace nada vinieron a por dos jugadores importantes como Cazorla y Senna y siguen aquí.

Una curiosidad: a Senna, ¿quién se lo descubrió?

Teníamos atado a Gilberto, del Arsenal, pero lo hizo tan bien entonces que se lo llevaron ellos. Imposible competir. Entonces nos dimos una vuelta por Brasil, vimos jugar al Sao Caetano y allí estaba Marcos. Hace de eso seis años Nunca me cansaré de repetir que fue una de las grandes claves del triunfo de España en la Eurocopa. Aquí, menos el presidente, todo el mundo ha tenido ofertas de fuera

¡Si usted no se movería ni a Castellón!

Es verdad, mi ilusión es el Villarreal, un club que tiene un capital social que no llega al millón de euros y que nos exige un ejercicio diario de imaginación. ¿Conoce nuestro último invento?

Pues no.

Esta tarde estrenamos el palco de los directivos visitantes. Se acabó el estar juntos, que esto provoca mucho estrés para que también lo suframos mientras se juega. Si viene Lendoiro le pondré con los suyos en un palco vecino al nuestro, separado por una escalera. Con su tele, sus bebidas Y que disfruten y me dejen disfrutar a mí. También pensamos en una acción con los árbitros, para insistirle a la gente que forman parte del fútbol, que son unos señores que deben decidir en un segundo lo que a los demás, a veces nos cuesta horas de discusión y no llegamos a ningún acuerdo. ¿No es más bonita la imaginación que el dinero?

Eso le digo yo a mi mujer