Joan Laporta ha abierto su vida de par en par al diario Sport. En una entrevista exclusiva, el presidente pretende limpiar su últimamente devaluada imagen. En el primero de los dos capítulos, publicado ayer, el máximo dirigente del Barcelona aporta interesantísimas declaraciones, entre la que destacan las relativas a su familia, los socios, el club y sus negocios particulares.

"Es falso que me enriquezca con el Barça. Quien lo diga quiere desprestigiarme", afirma Laporta. Y, a pesar del voto de censura, añade: "Me siento querido por el socio, tanto en los buenos como en los malos momentos".

Sobre los directivos dimitidos, se muestra magnánimo: "No supieron aguantar la presión. Si te pilla en un momento de debilidad, es muy fácil ceder. No les guardo rencor sino gran aprecio: quedará la amistad pese a las diferencias".

Niega su posible paso a la política: "No haré carrera, porque no me gusta; quizás tengo recorrido en el mundo de la solidaridad (sic)". Y valora así el momento del club: "Hay nuevo proyecto, ilusión renovada y energía. Ahora, se necesita estabilidad institucional y que el equipo funcione". ­

Su vida familiar lo está pagando caro

En la entrevista, Laporta empieza con una frase contundente: "Mis primeros años los dediqué sólo al club, me distancié de mi familia, y ahora lo estoy pagando". Esta afirmación confirma lo que en Barcelona era algo más que un rumor: que desde hace meses vive separado de su esposa, Constanza Echevarría (hija del conocido empresario), y de sus tres hijos.