Keegan se marchó sin despedirse y Curbishley dimite

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Keegan se marchó sin despedirse y Curbishley dimite

Keegan se marchó sin despedirse y Curbishley dimite

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Dos técnicos menos en la Premier

Kevin Keegan se marchó del Newcastle. Sin dimitir, sin que le echaran, sin negociar su finiquito. Tras el último día de traspasos el pasado lunes, el todavía entrenador del Newcastle llegó al club iracundo: se había enterado que el Newcastle había intentado vender a Barton, Owen y Alan Smith, y a cambio había fichado solamente a Xisco, del Deportivo. Keegan no conocía al delantero español (por cierto, ni a Coloccini ni a Jonás) y aceptaba que la dirección deportiva controla el mercado mejor que él, pero cuando supo que le vendían a su mejor delantero, a Smith y a Barton exigió explicaciones.

El legendario jugador del Liverpool suele amenazar con despedirse cada vez que no se le respetan sus deseos y ya abandonó el City y el Newcastle en el pasado de ese modo. Solamente su estatus casi divino en Newcastle le ha permitido regresar al fútbol tras pasar varios años promocionando el Circo Keegan, una verdadera ruina financiera. El club inglés entiende que lo mejor sería llegar a un acuerdo con su mánager actual pero sin pagar los 10 millones de euros que marca su contrato ni tampoco sin dejarle sin un duro por no haber sido capaz de participar en los entrenamientos de los últimos dos días. Ni despido ni dimisión, sino todo lo contrario. En todo caso, el Newcastle es un club tan sui generis y con una afición influyente que, tras la crisis, se le podría dar incluso a Kevin Keegan una última oportunidad.

Sin vuelta atrás sí que dimitió el técnico del West Ham, Alan Curbishley, a pesar de haber sumado seis puntos en tres partidos. Su poca popularidad entre los aficionados hammers ha sido clave en la decisión de abandonar.