Marc Crosas y Aarón comprobarán el domingo por primera vez en sus carnes la furia y la entrega de un partido que en Escocia denominamos Old Firm. Tras los 90 minutos conocerán la locura y la intensidad que invade este tipo de duelos. Desde 1888 se viene disputando este derbi de enorme tradición y que hace tiempo que dejó de ser un simple partido de fútbol. La religión, la política y la historia confluyen por unos momentos sobre un terreno de juego y de ahí que la explosión de aquellos que resultan vencedores sea inenarrable a veces. Los aficionados del Rangers provienen de la parte protestante y lealista de la ciudad, mientras que los del Celtic son católicos y con raíces en Irlanda.

Desde hace muchísimos años estos dos clubes viven bajo una rivalidad casi sectaria. Maurice Johnston, en 1989, fue el primer jugador católico en jugar en el Rangers. Lo hizo después de militar en el Celtic, lo que rompió muchas barreras. Este verano, con Kenny Miller, se ha producido el segundo caso de traspaso de la raya divisoria en 116 años de historia del Celtic. Mucha historia y mucha religión que ya conoce un español como Nacho Novo y que este fin de semana comprobarán los jóvenes Marc Crosas y Aarón.

Gareth Law es redactor del diario The Scottish Sun.