Domingo. 13:30 horas. Estadio Celtic Park. Glasgow se paralizará durante casi dos horas. A las orillas del Clyde, los colores verde y blanco del Celtic y azul del Rangers volverán a chocar. El derbi más antiguo del mundo vivirá un nuevo capítulo. Los católicos e hijos de inmigrantes irlandeses contra los protestantes y unionistas favorables al sentimiento británico. Cuestión de orgullo, más allá del fútbol.
Y en semejante tormenta, se verán las caras dos jóvenes promesas del fútbol español recién llegadas a Escocia. En el Celtic está Marc Crosas, procedente del Barça, mientras que en el Rangers juega Aarón, salido del Valencia. Ambos son, además, buenos amigos, pues desde los 16 años han sido compañeros de habitación en varias concentraciones de la Sub-17 y la Sub-19. "Cuando me enteré que Aarón venía a jugar al Rangers me llevé una gran alegría" -cuenta Marc Crosas- "porque de momento estoy solo en la ciudad y que te llame un amigo para decirte que te va a hacer compañía, la verdad es que ilusiona".
Pero la historia no es tan sencilla como parece. Aterrizados en Glasgow hace un par de semanas, estos dos buenos amigos sólo han podido hablar por teléfono o por el ordenador. "Nos dijeron que era poco recomendable salir juntos a la calle durante estos días previos al derbi porque los aficionados no verían con buenos ojos que estuviéramos con alguien del equipo rival. Hay un sentimiento muy fuerte por Celtic y Rangers y la ciudad está dividida. No hay hinchas de otro equipo", explica el punta Aarón.
Importancia.
Crosas también ha recibido ese particular mensaje: "Es mejor esperar a que nos den nuestros apartamentos para juntarnos. Así que la primera vez que nos veamos será allí mismo en el campo minutos antes del partido. Es increíble la pasión que hay aquí por este encuentro. El otro día, después de ganar 3-0 al Falkirk en casa, nos fuimos a cenar varios compañeros de equipo. Los aficionados con los que nos cruzábamos nos felicitaron por el triunfo, pero nos hicieron hincapié en que el partido verdaderamente importante no era ese, sino el de este domingo. Me llamó la atención. He visto imágenes de estos choques por youtube y son realmente impresionantes".
De momento, el único que ha tenido la oportunidad de debutar ha sido Marc: "Salí 20 minutos la pasada jornada con el marcador a favor. Fue un debut plácido, pero es impresionante la unión que sientes con los hinchas cuando saltas al campo". Aarón, por su parte, fue convocado en el último encuentro, aunque no llegó a jugar. Sí lo hizo en un amistoso entre semana en el que fue el mejor del equipo: "Llevaba un tiempo lesionado y sin actuar al máximo nivel, pero me he encontrado bien. Debutar en el campo del Celtic puede ser increíble. Y si marco o les ganamos...".
Adolescentes todavía y aislados el uno del otro hasta que pase el derbi, Aarón y Marc Crosas se aferran a lo que pueden para hacer más llevaderos sus primeros días en Glasgow: "Me está ayudando mucho Hinkel, aquel lateral que jugó en el Sevilla, porque habla un poco de castellano", cuenta Marc. "Para mí Nacho Novo está siendo como mi padre. ¡Hasta hace de chófer!", secunda Aarón. Jóvenes, alegres y compañeros de Selección. Sólo la fuerza de la religión les ha podido separar.
