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Primera | Málaga

Más de 20.000 almas velarán por la salvación

A semanas del debut en casa, se alcanza la mágica cifra de socios

B. Porras
Actualizado a
<b>ABARROTADA. </b>Ésta será la imagen que presente La Rosaleda en su vuelta a la máxima categoría del fútbol español.
MARIANO POZO

Nosotros jugaremos al 110 por cien. El equipo dará el cien y la afición debe aportar el diez restante". Con estas palabras quiso Antonio Tapia explicar cuál debe ser el rol de la afición en el regreso del equipo a Primera, la cual sobrepasó ayer la anhelada cifra de los 20.000 abonados en el momento en el que María Rosario Medina, natural de El Borge, procedía a retirar su carné de socia junto a su familia (hoy serán reconocidos en un acto oficial con Fernando Sanz en La Rosaleda).

A falta de tres semanas para el estreno liguero en casa (será contra el Athletic tras el parón por el partido de la Selección), el club se da por satisfecho con la gran masa popular que ya ha conseguido reunir. Aunque el sueño, hecho público, del presidente blanquiazul es el de llegar a los 25.000 socios, el máximo dirigente malaguista siempre ha puesto de manifiesto el agradecimiento a su gente: "Sean pocos o muchos, me doy con un canto en los dientes con esta afición porque animan al Málaga de corazón". El apoyo de los aficionados se antoja, pues, clave para lograr el objetivo de la permanencia. Por ello, uno de los pesos pesados del vestuario de Martiricos, Jesús Gámez, no duda en destacar al respecto que "es importantísimo para nosotros que se haya llegado a las 20.000 personas porque sobre todo en los partidos de casa estaremos más motivados". El lateral fuengiroleño lo tiene claro y echa la vista atrás para certificarlo: "Con ese apoyo el año pasado pudimos contagiarnos para ganar muchos partidos". Todos los órganos del club claman porque La Rosaleda sea esta temporada una auténtica olla a presión de la que se escapen la menor cantidad de puntos posibles. "El factor campo será primordial para lograr la permanencia. Un campo lleno ayuda al jugador a sentirse más respaldado", afirma uno de los recién llegados, José Juan Luque. Lo que tiene claro el vestuario blanquiazul es que, más que nunca esta temporada, juegan para los suyos. El malaguismo se contagia de las gradas al terreno de juego y viceversa. Así, el Málaga no caminará sólo en su vuelta a la élite del fútbol nacional. Más de 20.000 almas velarán en pos de alcanzar la gloria.