- Hildebrand: Al igual que en el partido de Mestalla el alemán estuvo muy inseguro. Pudo hacer bastante más en el gol de Rubén De la Red.

- Miguel: Secó a Robben en la primera mitad y se permitió el lujo de realizar algunas internadas con peligro por su banda. Estuvo bastante bien en líneas generales.

- Albiol: Muy centrado en su papel, no se complicó y anuló a la delantera blanca en los primeros 45 minutos. Los errores de la segunda mitad empañaron su actuación.

- Alexis: Estuvo serio durante toda la primera mitad, especialmente por el juego aéreo. Tiró por la borda su buena actuación con un error de infantil que sentenció el partido.

- Moretti: Inexistente en tareas ofensivas y totalmente superado por Robben en la segunda parte. En determinados momentos necesitó la ayuda de los centrales, pues la banda izquierda era un auténtico coladero.

- Baraja: Dueño y señor en el centro del campo. Aunque empezó un poco dubitativo con varias pérdidas de balón, se fue asentando poco a poco, en parte por la escasa presión de la medular blanca. Al igual que su compañero del centro del campo no supo dormir el partido en la segunda parte.

- Albelda: Quizá un poco lento en cuanto a creación pero muy bien tácticamente, equilibrando en todo momento las líneas valencianistas. Los dos mediocentros ofrecieron la libertad necesaria a Silva y Mata en la primera mitad, pero en la reanudación no han sabido poner la pausa que necesitaba el equipo.

- Joaquín: Actuación Mediocre para un jugador del que se espera tanto. Demasiado intermitente, no aportó el desborde de otras ocasiones. Con actuaciones como la de hoy, difícilmente se ganará la pretendida renovación. El gadintano de mejorar para alcanzar su nivel natural.

- Mata: Aunque estuvo menos participativo que en el partido de ida, mostró detalles de su enorme calidad. Al igual que sus compañeros fue desapareciendo conforme transcurrían los minutos.

- Silva: Simplemente el mejor jugador del Valencia. Cuando encontró su posición entre líneas, el mediapunta dio un recital a la hora de lanzar los contragolpes. Aparte del gol, transmitió peligro cada vez que entró en contacto con el balón. En la segunda mitad se diluyó al igual que sus compañeros.

- Villa: Demasiado solo en ataque. Muy generoso a la hora de presionar, pero eso le restó la chispa necesaria para hacer daño a la contra. Muy encerrado entre los centrales blancos, no encontró la libertad suficiente para encarar. Aún así demostró su calidad en el pase de gol a Morientes.

- Vicente: Emery le dio entrada en el minuto sesenta de partido y en lugar de aportar desborde y verticalidad para matar el partido, se obsesionó en poner pausa al partido.

- Pablo Hernández: Entró para aportar profundidad y coincidió con la remontada blanca. No le llegaron balones en condiciones para demostrar su ilusión.

- Morientes: Cien por cien de efectividad. Salió a falta de diez minutos y en la primera que tuvo demostró su instinto goleador.