Parejo: golazo y 'goodbye'

Amistoso | Real Madrid 2 - Hamburgo 1

Parejo: golazo y 'goodbye'

Parejo: golazo y 'goodbye'

Un cabezazo del canterano hizo líder al Madrid en la Emirates Cup. Van Nistelrooy estrena su casillero. Robinho reapareció y lució ante los ojos del Chelsea.

Me imagino a estas horas al impecable Arsene Wenger llamando como loco al móvil de Flavio Briatore, il capo del Queens Park Rangers. No se equivoquen. No le va a pedir el teléfono de la arrebatadora Elisabetta Gregoraci, aunque razones no le faltarían, sino el de Dani Parejo. Ese crío de 19 años, parido en Coslada, que ha decidido meter su desparpajo adolescente en su bolsa de viaje para quedarse en Londres y hacer carrera (y fortuna, se lo merece) en la First División, que es como la Segunda española. Wenger es el mejor cazatalentos conocido y se estará pellizcando de rabia por no haber atisbado esta presa a tiempo. Schuster se queja también de que el chico tenga que hacer parada y fonda en Londres en vez de ganarse en un Primera made in Spain una de las 25 taquillas del vestuario del Bernabéu. Si el alemán se compromete a darle bola en 2009, hoy mismo debería romper Mijatovic ese contrato de cesión que cierra una nueva puerta a otra joya de Valdebebas. Granero se fue a Getafe. Y eso nos trae a Van der Vaart, pero pasando por caja...

El caso es que el testarazo de Parejo sirvió para asegurar el liderato de esta Emirates Cup y alumbrar el segundo triunfo del campeón en su plácida pretemporada ante un Hamburgo que sin Van der Vaart, capitán y figura del cuarto clasificado de la última Bundesliga, mostró una versión magnífica que le permitirá sobrevivir sin el holandés-español.

Quitando el remiendo de los cuartos traseros (Dudek, Salgado, Javi García, Heinze y Torres jugaron por Casillas, Ramos, Pepe, Cannavaro y Marcelo), el Madrid mostró su perfil más bello a la espera de que aterrice Cristiano Ronaldo, ahora que Ferguson ha cambiado el látigo por la carta de despido y un alegato contra las leyes que favorecen a los ?esclavos del siglo XXI?. De mitad de campo para arriba, el campeón de Liga presenta unas medidas perfectas (90-60-90). Diarra está felizmente desconocido (la proclama de sus compañeros en la discoteca Budha le ha devuelto la autoestima), Sneijder es un multiusos inagotable, Guti sigue con las bombillas encendidas, Robben abre un surco en sus incursiones como si fueran las aguas del Mar Rojo, Raúl prolonga su luna de miel con el trabajo bien hecho y Ruud, don Erre que Erre, metió su golito para no cambiar las buenas costumbres...

Fragilidad. Pero la caja negra del partido también nos revela queDudek fue de los mejores, señal inequívoca de falta de aptitud en el Plan B que tiene Schuster para su zaga. Javi García estuvo más aplicado que en Linz, pero Heinze estuvo algo nervioso y menos mal que Míchel Salgado brindó por su segunda juventud con un par de arreones como los que le hicieron ganarse en Salerno (Italia) el apodo de Il Due. Cómo es la vida. Salgado, 32 años, ha rechazado la propuesta de Briatore para perfeccionar su inglés junto a Parejo. El gallego es el más veterano de este grupo, tras Raúl y Guti, y no quiere renunciar a la elite por mucho que tire el entorno de la Formula 1. ¡Salgado vitalicio!

El caso es que el Hamburgo nos recordó que las espaldas de Iker están bien guardadas con Dudek, al que Leo Beenhakker castigó sin Eurocopa sin mucha justificación. No pudo detener el megagol de Zidan (sin e) porque hasta las telarañas de la escuadra sólo llegan las escobas de esparto de nuestras abuelas. Pero amargó la tarde al peruano Guerrero (un delantero muy ídem) y salió airoso de los envíos endiablados que llegaban desde los costados con Pitroipa (Burkina Fasso) y Atouba (Camerún).

La última media hora reactivó las pupilas con el regreso a los ruedos de Robinho, que ha cambiado los Juegos de Pekín por esa Supercopa ante el Valencia que debe refrendarle como lo que es: un magnífico jugador. Kenyon, escondido en algún palco VIP del Emirates Stadium, debió subir muchos euros la propuesta para engatusarle después de un amago celestial y un remate explosivo del Pelé del Carranza. El brazalete de capitán le añadió galones. Lástima que el sagrado escudose quedase boca abajo. ¡Pecado! Robinho se ganará hoy la penitencia ante el maestro Wenger, que quiso llevárselo hace tres veranos. Es listo este francés.