El brasileño Dani Alves, nuevo fichaje del Barcelona, se mostró prudente frente al primer reto oficial de la temporada, la previa de la Liga de Campeones, en la que se enfrentará a Beitar de Jerusalén o Wisla Cracovia, rivales con los que, según él, "hay que hacer un esfuerzo añadido", ya que "no son de tanto nombre como otros más conocidos", algo que supone un "arma de doble filo". "La concentración será como si fuera un rival de nombre, con la intención de dejar sentenciada la eliminatoria cuanto antes", aclaró el brasileño, que cree que la plantilla tiene que tomarse la gira "muy en serio" debido a que aún no están en la Champions "de verdad".
Sobre su adaptación a la disciplina de su nuevo equipo, Alvés no encuentra muchas diferencias con las pretemporadas en el Sevilla: "La intención es la misma: hacer un buen trabajo para encarar la temporada bien, en la mejor forma", comparó Alvés, que ve a su equipo "en el buen camino". El brasileño reconoció que se acostumbra fácilmente gracias a "personas como las que hay en el Barcelona". "A parte tengo un brasileño en el vestuario como Sylvinho, pero me identifiqué desde el primer día también con Leo y espero que podamos hacer un buen trabajo juntos", deseó. El lateral, que fue titular en los tres encuentros de pretemporada del Barcelona, dijo que su juego "no varía mucho con la manera de jugar" que tenía en el Sevilla.
"Es la forma de jugar que tengo. Guardiola pide más de lo mismo, que sin el balón podamos defender lo mejor posible y que con el balón ataque como lo hago habitualmente", explicó el nuevo jugador del club catalán, que recalcó "que hay que tener en cuenta que el equipo cada día está mejor en tareas defensivas". Sobre su estreno en el Camp Nou, el lateral piensa que "tampoco hay que estar ansioso" a pesar de que tiene "muchas ganas". "Para eso vine al Barça", puntualizó Alves, que es consciente de que "el deseo es superior al de otro partido cualquiera".
El ex del Sevilla fue cuestionado por la racha de dos años del Barça sin ganar, pero él no se siente presionado: "La presión tiene que ser repartida. Vengo a Barcelona a disfrutar del fútbol y de lo grande que es este equipo. Me gustaría que se pudiera cambiar la imagen de los dos últimos años", zanjó el brasileño que espera que "la gente pueda disfrutar" de su trabajo y "conseguir los objetivos marcados con el Barcelona".
