Messi no tiene un fallo, sino un ultimátum

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Messi no tiene un fallo, sino un ultimátum

Messi no tiene un fallo, sino un ultimátum

Se esperaba que ayer quedara escrito un capítulo más del 'caso Messi', pero la FIFA decidió posponer 24 horas su decisión. El jugador sigue sin saber si podrá acudir a los Juegos Olímpicos con Argentina, mientras recibe todo tipo de presiones. La primera, del seleccionador Sub-23.

Leo Messi conocerá la decisión de la FIFA sobre su participación en los Juegos Olímpicos esta noche, quizás cuando se encuentre disputando el amistoso que abrirá la gira de pretemporada, en Florencia, ante la Fiorentina. El argentino, envuelto en un conflicto de intereses desatado por la postura beligerante del Barcelona, que se niega a cederlo a la selección Sub-23 que disputará el torneo de Pekín 08, viaja hoy con el uniforme blaugrana. Ayer, a falta de un fallo de la FIFA, recibió un ultimátum de parte del seleccionador olímpico de su país, Sergio Batista: "Si Messi no llega el viernes, que no venga".

Según fuentes de la FIFA, el presidente de la Comisión del Estatuto del Jugador, el inglés Geoff Thompson, ya tenía tomada ayer la decisión respecto del caso Messi, pero decidió esperar hasta hoy para hacerla pública porque debía "acabar de perfilar algunos aspectos técnicos en la redacción del artículo". Con independencia de lo que decida el organismo internacional -se da por hecho que dará la razón a la federación argentina, AFA-, el Barça ya ha anunciado su intención de recurrir el fallo ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), con sede en Lausana, Suiza.

La AFA considera que el reglamento de la FIFA es claro y le da la razón en la convocatoria de Messi, ya que se trata de un jugador menor de 23 años, obligado por tanto a acudir a una llamada de su federación. El Barça, que considera dañados sus intereses por esa convocatoria, ya que desea contar con Messi para la ronda previa de la Champions League (12-13 y 26-27 de agosto), entiende que en este caso no es aplicable el derecho consuetudinario.

Mientras tanto, Messi asiste a la movida con actitud entre resignada y de moderado malestar. Fuentes de su entorno aseguran que su interés prioritario es disputar los Juegos Olímpicos con Argentina, pero no puede pronunciarse públicamente porque eso le granjearía la ojeriza de la afición del Barcelona.

Donde ya comienza a crecer un profundo sentimiento belicoso contra Messi es en Argentina. Lo que comenzó como un movimiento minoritario a través de foros y blogs, se ha convertido ya en un asunto de prioridad nacional, con movilizaciones callejeras incluidas. En Buenos Aires, grupos de personas se han manifestado con pancartas ante la embajada de España, mientras en los medios de comunicación se suceden los testimonios de personajes que piden que Messi se pronuncie.

Uno de ellos, cómo no, es Diego Armando Maradona, que volvió a criticar al Pulga ayer: "La camiseta nacional no se traiciona, hay que ponérsela y jugarse la vida por ella. Hay que saber separar los millones que puede pagar el Barcelona y la gloria que puede dar jugar con la selección". El diario Olé tituló en portada "Dejen ya de joder con Messi".

El jugador se entrenó ayer con el Barcelona en dos sesiones. En la vespertina, se presentó con un cuarto de hora de retraso, y en compañía de Pep Guardiola. Se le veía sonriente y animado, a diferencia de varios días en la estadía en Escocia, donde incluso tuvo un agrio cruce de palabras con el entrenador, quien le reconvino varias veces.

Simeone: "Debe tomar una decisión"

"El chico, el chico... Hay que ser chico para lo bueno y para lo malo, y también se deben tomar decisiones. Yo tengo una opinión muy formada: el Barcelona lo va a dejar ir a los Juegos a último momento, para desgracia del Checho (Batista), que así no va a tener tiempo de preparar los partidos contando con Messi. Se trata de un conflicto de intereses entre la selección y el club, pero él debería haber dicho algo".

Bilardo: "El jugador queda mal"

"La FIFA tiene que decir si Messi debe ser cedido o no, y el club tiene que acatar la decisión, si no esto puede sentar un precedente. Cada uno defiende lo suyo, pero para eso está la FIFA, que debe decir que es lo que se debe hacer. El jugador no puede opinar, porque está en el medio y siempre queda mal, así que mejor no decir nada como hace Messi".