Raúl mantiene su discurso

Amistoso | LASK Linz 2 - Real Madrid

Raúl mantiene su discurso

Raúl mantiene su discurso

Un cabezazo del capitán consumó la remontada ante el LASK Linz. Javi García no funcionó como central. Robben, dos asistencias, fue el mejor del campeón

Desde el 18 de mayo, día de los fastos ligueros ante la admirable tropa del Levante, no teníamos más noticia del capitán que una espléndida fotografía de Raúl con un delfín metido en un coqueto acuario del Algarve. Al 'hermano' de Flipper se le veía encantado, lo que demuestra que el icono del Libro Guinness del Madrid ha vuelto a la escena con su capacidad de seducción intacta. Setenta días después regresó como nos dejó allá por la primavera: goleando. Esa cabeza tan bien amueblada que le dio su madre firmó el 1-2 que sirvió para apuntalar un triunfo sin fuegos artificiales ante el líder de la Bundesliga austríaca, el LASK. Un rival sin pedigrí ni hazañas conocidas, pero en el que jugó el poeta del gol, Hugo Sánchez (1995-96), y en el que ahora juega Mijatovic, que acabó forzando y transformando un penalti que selló el 2-3 definitivo. Menos mal que estábamos en Linz y no en Amsterdam, que es croata y no montenegrino, que se llama Mario y no Pedja...

Las probaturas son para el verano y no hay que darle mayor trascendencia a la irregular imagen mostrada por los campeones, a los que faltaban nada menos que diez unidades de su cuerpo de élite: Casillas, Ramos, Pepe, Cannavaro, Marcelo, Gago, Robinho, Metzelder, Drenthe y De la Red (no incluyo a Soldado porque firmará por el Getafe en los próximos días). Pero la palabra excusa no existe en el Libro Blanco. De eso se encargó Schuster, que sembró en su primer curso una semilla que ha cuajado en este grupo: el carácter ganador.

Por eso se sobrepusieron sin mayores problemas a un arranque de dos rombos, en el que los austríacos jugaron envalentonados por la celebración de su centenario. El bueno de Javi García fue el damnificado de la fiesta tirolesa. En el minuto 13, no podía ser otro, le cogieron la espalda y Saurer batió a Dudek. Ese portero paciente al que sólo veremos en los partidos de Copa, pero que ejerce una filosofía de vida aplicable a este Madrid alejado del ombliguismo de la era galáctica: "Mi padre me bajó a la mina de Knurow, nuestro pueblo de Polonia, con sólo 17 años. Allí hay un lema para sobrevivir que todos respetan: soy tu amigo, dame la mano y hagamos las cosas juntos".

La gran familia. Así fue como Heinze, que comparte galones de vestuario con Raúl, tiró de Javi García para que el chaval no adquiriese ese complejo de patito feo que le entra a los canteranos cuando fallan el día que les ponen alfombra roja. No es su puesto y se notó. Pero Schuster quiere al Hulk murciano como central en su AVE de los 25. Algo no cuadra...

Volvamos a subir la persiana para dejar entrar la luz. Venga o no venga Cristiano, el Madrid tiene un chollo con Guti (fútbol excelso, actitudes inmaduras) y Robben. Algunos ven al alopécico holandés como un jugador más raro que un billete de 500 euros, pero para mí es el 'tapado' de este verano. Ha vuelto de la Eurocopa como una moto GP. Velocísimo, atrevido, incordión por las dos bandas, desequilibrante, asistente de lujo... En su banda cambiada, la derecha, construyó con oficio el 1-1 habilitando a Baptista para que aumentase su precio de mercado con un buen gol de cabeza en su mes. Julio.

Pero Robben no se conforma con un detallito de calidad. Su plan pasa por seguir como terminó la pasada Liga. Titular por más que le duela a Robinho. Fue así como llegó el gran momento antes de desenvolver el impagable bocadillo del descanso. Incursión por su carril natural, zurda mutada en cisne, envío preciso y el halconero Raúl que caza la presa sin piedad. 1-2. El carrusel de cambios del segundo tiempo no evitó que disfrutáramos de la pegada de Sneijder (el muñeco diabólico holandés casi destroza el larguero de Zaglmair), de la ratonería de Saviola (su golazo alimenta la decisión de Schuster de darle una segunda oportunidad) y del descaro de Juanmi Callejón y Parejo. La Fábrica de Valdebebas sigue activa.

Pero lo mejor lo puso la megafonía del Linzer Stadium, que acompañó los tres goles del campeón con la canción emblema de la Eurocopa: Que viva España. Y me cuentan desde París que Tourman Sastre es madridista confeso. Olé.

Heinze sufrió un fuerte pisotón

En el minuto 62 llegó uno de los momentos más tensos del partido. Un atacante austríaco pisó accidentalmente la rodilla de Heinze y los gestos de dolor del argentino hicieron temer por una lesión grave. Sin embargo, todo quedó en el susto y tras ser atendido durante unos minutos por los médicos blancos Heinze pudo continuar sobre el césped.