El Sevilla se enfrentó a su primer 'sparring' de la pretemporada mermado de efectivos. Konko, Drago, Kanouté y Crespo se quedaron en la grada por lesión, mientras que Cala, con molestias, dispuso de menos minutos que el resto. Martí se marchó a Mallorca horas antes de disputarse el partido y los internacionales se incorporarán mañana.

No obstante, los muchos sevillistas que se desplazaron ayer al Bahía Sur pudieron vislumbrar los primeros destellos de las nuevas incorporaciones ante un San Fernando recién ascendido a Segunda B y con muy buena pinta. Durante la primera mitad, Jiménez tuvo que improvisar los laterales con Mosquera y Duda, Difícil papeleta la del colombiano que, emulando a su antecesor, envió una magnífica asistencia al prometedor Acosta, que éste regaló a Luis Fabiano para abrir el marcador al borde del descanso. Aunque, sin duda, los piropos de la grada recayeron sobre el trabajo de Fazio en el centro del campo (gran descubrimiento el de Jiménez) y su maestría con el balón.

El equipo de la segunda mitad inyectó un plus de peligrosidad por las bandas, capitaneadas por Navas y Capel. Especialmente incisivo se mostró el almeriense, en perfecta conexión con el recién llegado Romaric que demostró su gran toque y presencia en el terreno de juego. Squillaci, 48 horas después de aterrizar en el Sevilla, apenas pudo presentar su carta de presentación porque la defensa nervionense no contó con demasiado peligro que atajar. Chevantón apareció como bigoleador en la segunda mitad, mientras que Diego Capel sentenció la contienda con el definitivo 4-0, demostrando su tremenda calidad en una jugada de fabricación propia. Conil y Rota, las próximas citas.