Ferguson y Cristiano Ronaldo ya se han visto y el técnico del United ya sabe que Cristiano se quiere marchar. Han hablado y se han dicho todo a la cara. El encuentro fue el pasado fin de semana. Se citaron en Sintra (cerca de Lisboa), en un lugar secreto para evitar a los medios de comunicación (de hecho la prensa inglesa ha publicado a lo largo de toda la semana que Ferguson tenía un viaje previsto a Lisboa, pero lo suspendió).

En esa reunión, Cristiano le confirmó lo que todo el mundo esperaba, que se quiere marchar del Manchester y que su sueño ahora mismo es jugar en el Madrid. También le recordó que le prometió que le dejaría salir del United si se conseguían títulos. Con la Champions y la Premier, Cristiano le dijo que tendría que cumplir su promesa.

Reproches. El jugador le confesó que sólo quiere regresar a Manchester para hacer la mudanza, pero que no quiere volver a la disciplina del equipo. Además, le dijo que todas las declaraciones que ha hecho han sido porque así lo pensaba y que esperaba que el United no le hiciera la vida imposible en su camino hacia el Madrid. Por último le recriminó las amenazas que le hizo Ferguson a través de los medios de comunicación ("Antes de venderlo, a la grada", le dijo el técnico a los Glazer, dueños del club).

Ferguson escuchó todos los reproches de su todavía jugador y le echó en cara que no se hubiera presentado en Manchester. Le dijo que estaba dispuesto a venderlo a cualquier club menos al Madrid. Tras la conversación, Cristiano se mantiene en sus trece de que no volverá a Manchester nunca más diga lo que diga.

Tendrán que volver a hablar cuando el equipo regrese de Suráfrica porque el tiempo apremia y Cristiano quiere irse ya. En el Madrid, al tanto de todo, son más optimistas que nunca y esperan al crack portugués.