La marcha del escandinavo la ha reportado a las arcas blanquirrojas 10 millones de euros, pero a esta cifra hay que añadir los 14 millones pagados por el Barcelona por la contratación de Keita y, sobre todo, los 29 millones de euros, más otros seis en función de ciertas variables, a cambio de los cuales el club azulgrana se ha hecho con los servicios del lateral diestro Daniel Alves. Todo ello supone un fijo de 53 millones que pueden convertirse en 59 si se materializan esos otros que pueden llegar por Alves.
Estos números han permitido al Sevilla enjugar de antemano el desembolso -el mayor de la historia de la entidad- que ha efectuado en los fichajes que ha cerrado a día de hoy. Así, los blanquirrojos ha firmado a Lautaro Acosta por más de 7 millones de euros; a Fernando Navarro, por 5 millones, a Konko por 9 millones, y a Romaric por 8 millones de euros. Son, en total, 29 millones los que lleva gastados el Sevilla, por lo que quedaría un remanente de 24 millones, aunque todavía está pendiente de completarse la incorporación de Squillaci y, posiblemente, deberá llegar alguien para llenar el hueco de Poulsen.
Sea como sea, este hecho de vender a muy buen precio no es ya sino una costumbre en el Sevilla de los últimos años, que comenzó con la marcha de José Antonio Reyes al Arsenal, en enero de 2004, a cambio de 35 millones de euros, en un negocio redondo, ya que el utrerano se formó en la cantera nervionense.
El siguiente fue Julio Baptista que, tras destaparse como goleador con el cuadro entrenado entonces por Joaquín Caparros, se marchó al Real Madrid por 24,5 millones de euros. El equipo ''merengue'' sería también el destino de otro fructífero negocio para las arcas del club que controla José María del Nido, y con el defensa Sergio Ramos como protagonista, cuya marcha supuso un ingreso de 27 millones de euros para el Sevilla. Son, en total, más de 145 millones de euros los que el Sevilla ha metido en su cuenta corriente con todas estas operaciones reseñadas, aunque también habría que sumar los de más de 3 millones de euros que pagó el Athletic de Bilbao por recuperar a Ocio o los 8 millones que, según se dijo, aunque nunca se ha confirmado oficialmente, abonó en febrero pasado el Dinamo de Moscú por hacerse con el delantero Kerzhakov, a quien el Sevilla había incorporado previamente por 5 millones.
Fichajes caros, pero poco rentables
Sin embargo, esta exitosa política de ventas, que no ha impedido al Sevilla ganar cinco títulos en el último bienio pese a deshacerse de varias de sus figuras, tiene también su lado negativo en el fracaso de varios de los costosos fichajes realizados por el director deportivo del club, Monchi, y que se centran en una serie de nombres propios. Así, Koné, que no ha justificado, en la recién concluida campaña, el motivo de su llegada a Sevilla, que pagó por él 12 millones. No menos llamativo es el caso del defensa colombiano Aquivaldo Mosquera, con 8 millones de euros pagados y muchas dudas sobre lo acertado de su fichaje. Se podría hablar también del delantero Ernesto Javier Chevantón, lleno de pundonor y entrega, pero con escasas muestras de ser el jugador que se esperaba, a cambio del cual Del Nido se deshizo de 9 millones de euros.
