El triunfo de España en la Eurocopa consagra el estilo de toque del Barça

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El triunfo de España en la Eurocopa consagra el estilo de toque del Barça

El triunfo de España en la Eurocopa consagra el estilo de toque del Barça

Luis no es de Cruyff, le va más Van Gaal, pero su Roja se inspiró en el tiqui-taca que se inició con Milla

Luis Aragonés no es muy hincha del Cruyff entrenador, por no decirles que no lo es nada. El ya ex seleccionador español puso siempre en cuestión diversos aspectos del trabajo de Johan, sobre todo el defensivo. Luis, al holandés que admira, es a su tocayo Van Gaal. En su percepción personal habrá influido sin duda la opinión de Xavi Hernández, que considera a Louis, con o de Oviedo, "un grande". Pero la filosofía de la Selección se ha basado en el invento más duradero y reconocible de Cruyff en el Barça: su apuesta por el centrocampista pequeño, el jugón, el protagonista del tiqui-taca.

El 'cuatro'. El primer jugón del Barça fue Milla, otro Luis, casualmente. El último, Cesc Fábregas, pero a los 16 años se fugó al Arsenal. Tras Milla llegaron Pep Guardiola, Xavi Hernández y Andrés Iniesta. Milla y Guardiola, en la posición de mediocentro, por la que pasó también Xavi. La posición del cuatro de Cruyff, el eje del equipo, el futbolista en el que empieza todo, el ataque y la defensa. Una idea similar a la del cinco argentino, que en España alcanzó su máxima expresión en Fernando Redondo, en el Tenerife y en el Real Madrid. Iniesta y Fábregas se manejan en otros territorios, más avanzados. La idea es la misma, sin embargo: tener la pelota, tocar y tocar hasta encontrar la jugada. Que, como dice Menotti, "acaba saliendo sola". Véase el gol a Alemania.

El tiqui-taca de la Roja tiene su antecedente en el Cruyff que llegó desde al Ajax al Camp Nou a finales de la década de los ochenta. Durante la Eurocopa, Milla lo explicó así: "Apostó por jugadores livianos, como era mi caso". No importaba la estatura. Ni el peso. Ni hablar de pesas y sesiones de gimnasio. El último caso es el de Messi, delantero y no centrocampista, pero cortado por el mismo patrón. "Jugadores de buena técnica, capaces de mejorarla y aprender durante sesiones de entrenamientos dirigidas a perfeccionar el control del balón y del juego, convencido Johan de que la mejor manera de defender es con la pelota, lo que menos cansa y lo que te permite llegar más veces al área adversaria. Tocando y tocando acabas encontrando la jugada, el agujero. Eso es el tiqui-taca", explica Milla.

Tocar hasta el final. Xavi, elegido mejor jugador de la Eurocopa, despejó dudas cuando a media competición se le preguntó por el estilo de España: "Seguiremos igual, tocando hasta el final". El resultado está a la vista. Fábregas es el tocador oficial en el Arsenal, el mejor pasador de la Premier. Por eso escandalizaba a los tabloides ingleses su condición de suplente en España. Iniesta toca y toca desde que se dio a conocer en Brunete, siendo un niño flaco, como Cruyff. "Me enseñaron a jugar así", explica cuando se le pregunta por su manera de interpretar el fútbol". Y no la va a cambiar.

Esa fórmula azulgrana es la que Luis implantó en la Selección, porque tenía los jugadores adecuados para ello. El toque-toque que emocionó al mundo.

Santi Cazorla, último jugón reclutado por Luis, se marchó a la Eurocopa dejando esta frase en AS: "Al fútbol se juega como Xavi, Iniesta, Cesc, Silva". Y como él, claro.

La 'manija' y la polivalencia del equipo campeón

La llegada de Luis Aragonés al banquillo de la Selección marcó un hito en la progresión internacional de Xavi Hernández. El técnico madrileño decidió dar la manija de España al centrocampista catalán, que adquirió así patente de líder en un equipo que intentaba un cambio de estilo. "Con la Selección me siento importante", admite sin complejos Xavi cuando se le pregunta por su cambio de rol cuando se viste de rojo. También Andrés Iniesta consiguió la madurez futbolística tan ansiada en la Selección. Mientras en el Barça su entrenador, Frank Rijkaard, todavía dudaba acerca de la conveniencia de darle o no la titularidad, Luis ya apostaba por el menudo centrocampista, a quien supo exprimir en varias posiciones. La polivalencia de Iniesta y la capacidad de organización de Xavi fueron vitales en la Eurocopa.