Villar, presidente de la RFEF, propondrá la próxima semana a los 47 miembros de la Junta directiva de la Federación a Vicente del Bosque como nuevo seleccionador nacional, tal y como establecen los estatutos federativos en su artículo 47. Una vez cumplida esta formalidad, Del Bosque será presentado en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas el jueves de la próxima semana a las 13 horas. A partir de ahí tendrá dos años de contrato por delante con el objetivo de clasificar a España para el Mundial de 2010.

El éxito de la Selección en la Eurocopa llevó a algunos de los directivos de la RFEF a plantearle en los dos últimos días al presidente la conveniencia de prolongar el contrato de Luis, que precisamente finalizó ayer. Pero Villar nunca ha dudado: hace más de un año que Luis Aragonés anunció su marcha y desde entonces se puso a trabajar en la búsqueda del sustituto. En la última Asamblea General de la UEFA en Zagreb, el pasado mes de enero, ya avanzó a AS que "el proyecto de la Selección no puede depender de una sola persona. El grupo de jugadores es extraordinario y el tren tiene dos paradas: la Eurocopa y el Mundial".

Villar se puso manos a la obra, eligió a Del Bosque por su trayectoria y por su talante. Se entrevistó con él en dos ocasiones, se convenció y una vez que se decidió no hubo marcha atrás. Para respetar a Luis no se firmó contrato alguno. Eso no se hará hasta la semana próxima. No hacía falta. La confianza es mutua. Ambos son hombres leales, de palabra.

Raúl, no. Vicente del Bosque se pondrá a trabajar a partir del día 14 de julio, aunque ya maneja informes de la Selección y del primer rival, Dinamarca, contra la que jugaremos el día 20 de agosto.

En la lista de Del Bosque no habrá sorpresas: irán los campeones de Europa y, por lo tanto, no estará Raúl.

El entrenador salmantino, que admira el trabajo que Luis Aragonés ha hecho con la Selección, sabe mejor que nadie porque lo ha experimentado en carne propia que cambiar lo que funciona trae malas consecuencias. Por ahí se guiará.