Unas 65.000 personas vieron triunfar a España en la Plaza Colón

eurocopa 2008

Unas 65.000 personas vieron triunfar a España en la Plaza Colón

Alrededor de 65.000 personas, según datos de la policía municipal de la capital de España, atestaron la Plaza Colón de Madrid y sus alrededores para presenciar el triunfo de la selección española en la final de la Eurocopa de fútbol.

La puerta que daba acceso a la zona más cercana a la pantalla gigante instalada por la ceda Cuatro hubo de cerrarse a las 19.15 (17.15 gmt), una hora y media antes del comienzo del partido.

Los que no pudieron acceder a la plaza tuvieron que buscar acomodo en las calles más próximas. La multitud era tan grande que a cuatro manzanas del lugar, en las calles Serrano y Goya, la gente se agolpó durante el partido.

Los servicios de emergencia del Samur habilitaron siete carpas distribuidas en diversos puntos de la plaza, y sus facultativos no cesaron de atender a los aficionados, ninguno de ellos de gravedad. También se habían instalado unos setenta sanitarios.

Entre los hinchas concentrados en Colón, de entre 15 y 27 años, la mayoría, había marroquíes, franceses, italianos, bolivianos, colombianos, ecuatorianos, uruguayos, argentinos, búlgaros... En su mayoría, con España.

Todo ello controlado por más de medio millar de agentes del orden, encargado de velar en todo instante de la seguridad en la zona.

En el momento de acabar el partido se produjo una explosión de júbilo. De entre los que optaron por dejar el lugar, unos optaron por comenzar a caminar por el paseo de La Castellana en dirección a la Fuente de Cibeles, y otros se decantaron por la de Neptuno.

Entonces, el Paseo de la Castellana, cortada al tráfico rodado, se vio pleno de una marea de personas, muchos de los cuales con la intención de darse un baño en La Cibeles, lo que no pudieron realizar al estar la fuente vallada y rodeada de policías. Ante tal disyuntiva, algunos de los aficionados aprovecharon la pequeñas fuentes que hay a mitad el recorrido para darse allí el festivo baño.

Tras el paso por La Cibeles, la marea de aficionados se dividieron entre los que prefirieron irse a la zona de la Puerta de Alcalá y, otros, lo que eligieron subir calle Alcalá en busca de la Puerta del Sol y de la Plaza Mayor. La fiesta se extendía prácticamente a todo Madrid, al igual que aconteció en casi toda España.