La Directiva, con Ramón Calderón al frente, se reunió en la tarde de ayer en la Sala de Juntas del Bernabéu convencida de que el culebrón de Cristiano Ronaldo tendrá un final feliz para el Real Madrid. La firme postura mantenida por el crack portugués está ayudando mucho a alimentar ese optimismo.

Calderón ratificó ante sus directivos que el Madrid no moverá ficha para evitar que el Manchester tenga pruebas del evidente interés del club blanco por contratar al actual Bota de Oro. Pero ello no significa que dicho interés se haya enfriado, sino que el desbloqueo de la situación pasa por los próximos pasos que dé Cristiano para mantener su pulso con Alex Ferguson y la familia Glazer.

Una de las soluciones, de las que se habló durante el desarrollo de la junta, pasa por el viaje que el jugador efectuará a Manchester a su regreso de sus vacaciones por Cerdeña para sentarse cara a cara con Ferguson y decirle lo que ya es notorio y público desde hace semanas: "Míster, me quiero ir al Madrid y mi decisión está tomada".

Llegado a ese punto de 'no retorno' es cuando el Madrid arrancaría toda la maquinaria del fichaje, que como ya informó ayer AS rondará un desembolso definitivo en torno a los 85 millones de euros. Un dinero asumible por la Tesorería de la entidad y más después de haber cerrado el club el ejercicio 2007-08 con un superávit de 95 millones de euros.