Luis idea un plan contra la velocidad de Arshavin

España supo blindarse tácticamente de modo impecable contra el fútbol directo y el ataque aéreo de Luca Toni al frente de la aviación italiana, y ahora Aragonés diseña un plan bien distinto, un marcaje zonal mixto que permita contrarrestar el avance ruso con otro aviador peligroso y además rápido, Pavlyuchenko, y por tierra con la velocidad del emergente Arshavin. Rusia no tiene el nombre, ni el peso ni la historia de Italia ni sus cuatro mundiales, pero además de llegar más frescos que una lechuga Hiddink dispone de un frente de ataque con más variantes y con velocidad, factor clave en el fútbol moderno. Puyol, Marchena, Senna y Ramos deben levantar el muro.

La pesadilla se llama, como bien conoció Holanda, Arshavin. El emergente crack ruso condicionará el modelo defensivo de España sobre lo que vimos frente a Italia. Senna va a tener que descuidar algo su protección a los centrales, que deberán vérselas en dos contra uno con Pavlyuchenko, y girar su cabeza hacia la derecha para convertirse más que nunca en policía de la calle del '2', de un Sergio Ramos que, me cuentan, lleva varios días concentradísimo para hacer por fin su gran partido y desarmar la velocidad de Arshavin.

Ramos deberá anticiparse sabiendo que tendrá ayuda en la basculación de Senna. Y ojo a otro problema que llegará por el carril del '3', el lateral Zhirkov, una máquina frente a la que Iniesta tendrá que sacrificarse en las coberturas al lateral para cerrar el ala muerta que dejarán las diagonales de Arshavin. Luis está de dulce con la pizarra y va a levantar ahora un muro anti-velocidad con dos portentos físicos como son Senna y Ramos.

En cuanto a Pavlyuchenko, vimos a Puyol y Marchena majestuosos ante Toni, al que anularon, y encontraron la ayuda incansable de Senna. Esta vez los centrales van a pelear sin escudero, porque el diablo ruso tiene nombre propio y hay que vigilarlo: Andrei Arshavin.