¿Qué sensación tiene después de darle a España la mayor alegría futbolística en muchos años?

Estamos muy orgullosos de lo que hemos conseguido y ahora todos esperamos hacer un gran papel en esta Eurocopa. Conseguir que la gente se sienta orgullosa de nosotros y con ganas de seguir igual, y de tener esa fortuna que en momentos claves, como el que estamos ahora, se necesita para llegar a una final que ansiamos todos los españoles.

¿Cree que España puede llevarse esta Eurocopa?

Aquí llegamos con la idea de que la gente, todo el país, se sintiera orgulloso de su Selección de fútbol y eso lo hemos conseguido. Ahora nos queda hacer algo muy grande, tenemos un país detrás, sentimos su empuje, pero no hay que confiarse porque Rusia ha demostrado que es un gran equipo. Esta semifinal no va a tener nada que ver con el partido de la primera fase.

Pero, de momento, ya han terminado con el gafe que les perseguía en cuartos...

Por encima de eso, lo que es un orgullo es ver que formas parte de la historia.

Precisamente usted fue de los más aclamados en Viena.

Cuando gritan tu nombre, es una situación extraña, porque aunque siempre gusta que la gente te anime, a mí no me gusta tener protagonismo y me da un poco de vergüenza. Pero es lo que hay y se lo agradezco a la gente, aunque no me gusta ser protagonista en nada.

¿Qué le dijo a Cesc en el último penalti?

Cuando iba a tirar yo le decía de todo: "Por favor mételo Cesc como sea. Mételo que acabemos esto ya". Le di una paliza que no veas.

Usted tampoco estuvo nada mal en la tanda, ¿no?

Es para estar contento porque paré dos y estuve cerca en otros dos. El de Grosso estuve a punto de pararlo, porque en el Mundial me fijé que le tiró uno a Barthez y pensé que iba a repetir y la pegó tan bien que me fue imposible. Los penaltis son una lotería, siempre lo digo, hay que fiarse de la intuición y no hay más. Sí que me parece que el de De Rossi es una gran parada, aunque esté mal que lo diga yo, porque él la pegó muy bien.

Y otra vez contaron con el apoyo de un montón de españoles, es de agradecer.

Sí, claro, nos alegramos mucho por la gente que viene aquí y también por la que nos sigue en España. Somos conscientes de que levantamos una gran expectación, que nos están apoyando y eso nos está llegando. Es un momento muy grande para toda España y deseamos que la gente lo disfrute.

Un momento grande como Iker como héroe...

No me gusta que se diga héroe, el fútbol es muy cambiante y si ahora el héroe es Casillas, hace tres días lo era Villa... En el fútbol hay que acostumbrarse a estas cosas y convivir con estar arriba y abajo.

Se dice que una de las claves es la estupenda armonía que existe entre ustedes...

Es el mejor grupo y la mejor convivencia en la que yo he estado a lo largo de mi carrera. Formamos un grupo de chavales fenomenales, todos jóvenes y no hay nadie por encima del otro. A los nuevos cuando vienen se les transmite que son tan importantes como puedan ser los Puyol, Torres, Ramos, Xavi o Casillas. No me he encontrado este grupo desde que llevo jugando al fútbol.

Los porteros también se llevan muy bien, ¿no?

A Pepe lo conocía más y Palop se ha integrado muy bien y la convivencia con ellos es espectacular. Nos jugamos el aperitivo en las tandas de penalti y eso ayuda a estar concentrado, así que el éxito es también parte de ellos.

¿Qué le dijo a Cassano?

Que ya me hubiera gustado a mí tener en el Madrid el Cassano que está jugando aquí.

¿Y con Buffon habló?

Sí, claro, coincidimos en los sorteos de campo, se le ve una persona muy seria y a la vez muy agradable. Tiene muchas virtudes, es excepcional y por eso es el capitán de Italia.

Va a alcanzar el registro de Camacho con la Roja...

Será si juego (sonríe). Este tipo de marcas yo me lo planteo como si fueran metas volantes, que vas avanzando...