Gijón vuelve a ser de Primera División

Segunda | Sporting 2 - Éibar 0

Gijón vuelve a ser de Primera División

Gijón vuelve a ser de Primera División

Bilic encarriló el partido y sentenció Luis Morán. El Molinón reventó para celebrar el ascenso. El Éibar no hizo peligrar la fiesta

El Sporting aseguró el ascenso con un triunfo ante el Éibar, en un partido de mucho colorido en las gradas y un fútbol poco relevante, pero tremendamente práctico. El equipo gijonés dispuso un 4-4-2, con Bilic algo más retrasado que Barral en el vértice del ataque. La presencia del dúo ofensivo hizo que Mandiola utilizara una defensa con tres centrales, zona en la que Gurrutxaga reforzó a Urcelai y Biel Medina.

El Sporting salió revolucionado, pero seguro atrás, desde el primer momento ante un Eibar defensivo, que apenas pasaba del medio del campo y hasta cedía con cierta facilidad el control del balón. Los eibarreses sólo sorprendieron a los gijoneses en una ocasión, en un rápido contraataque de Yagüe, que fue derribado por Iván Hernández en el borde exterior del área, aunque el atacante cayó dentro.

Los rojiblancos tenían muchas dificultades para entrar en el área visitante, tanto por dentro como por las bandas. La red defensiva eibarresa no dejaba huecos. Por eso los rojiblancos trataron de utilizar los lanzamientos desde fuera del área. El mejor fue uno de Bilic, en el que se lució Manu Herrera, sustituto en este encuentro del titular Cuéllar, virtualmente comprometido con el Sporting.

A los 35 minutos cambió el partido. Un centro de Barral fue cabeceado por Bilic, quien ganó la posición a la defensa visitante y superó al portero Herrera. El Molinón estalló de alegría, con una fiesta extraordinaria en las grada. El ascenso estaba al alcance de la mano, máxime cuando la Real no ganaba y el Eibar no llegaba.

La afición jaleaba a Quini, quien rompió a llorar de emoción desde el palco, donde el mítico Brujo vio el partido, con reiterados gritos a coro de "Ahora, Quini, ahora". El ex futbolista es el mito actual de una afición que merece nota de sobresaliente.

El segundo tiempo tuvo un inicio en el que el Éibar salió revolucionado y trató de comerle terreno a los rojiblancos, pero sin llegar a la zona de Roberto, que tuvo uno de los partidos más tranquilos de la temporada. Los únicos envíos de los visitantes eran balones largos, en los que el gallego impuso su seguridad en las salidas.

El Sporting se despojó pronto de ese inicio fuerte de los eibarreses. Lo contrarrestó con las intervenciones de Bilic y Barral. Mandioca intentó darle un aspecto más ofensivo a su equipo con un cambio de sistema al dejar sólo dos centrales y ganar poder ofensivo con Eizaguirre, pero el Sporting estaba bien posicionado y no dejaba pasar una cuando el rival se acercaba a su área. Bilic pudo marcar el segundo, pero un golpe franco suyo dio en el larguero. Después, un servicio suyo en una apertura a la banda fue aprovechado por Luis Morán, quien puso el 2-0 que sería definitivo, con el que dejó el partido totalmente decidido.

Hasta el final todo fue fiesta, con una grada vibrante por el regreso a Primera. El Éibar cubrió el expediente, pero no pudo con un Sporting supermotivado y dispuesto a no dejar pasar esta oportunidad para volver a la élite, respaldado por una afición de ensueño.

Preciado: "El día más feliz de mi vida deportiva"

"Ha sido una temporada extraordinaria en todos los aspectos. La ilusión que se ha generado en la ciudad ha sido fundamental. No ha tenido límites. Cuando llegué a Gijón había un poso de tristeza que se convirtió en ilusión. No quiero pensar en el futuro ahora y sí en vivir el momento. Este ha sido el día más feliz de mi vida deportiva. Todos los ascensos son grandes, pero este para mí significa muchísimo, por lo que vivido en El Molinón, sobre todo en estos últimos partidos. Es lo más grande".

Mandiola: "En veinte años no vi nada igual"

El partido no fue nada bueno. El Sporting salió muy fuerte y muy revolucionado por la necesidad que tenía. Preferíamos que subiese la Real Sociedad y quisimos dejar buena imagen y colaborar, pero era muy difícil por lo que se jugada el Sporting. La jugada del posible penalti a Yague en la primera parte pudo cambiar el signo de partido. El ambiente fue extraordinario. En los últimos veinte años como entrenador nunca vi nada igual. Felicito al Sporting por este ascenso, porque los más regulares son siempre los que hacen más méritos".

Invasión, pero después de la vuelta de honor

La afición rojiblanca respetó el deseo de los jugadores del Sporting y no hubo invasión de campo nada más finalizar el partido. Pese a la lógica euforia por un ascenso muy esperado ni un solo hincha se abalanzó hacía el césped de forma inmediata. Las plantillas del primer equipo y del filial rojiblanco, que también celebraba su ascenso a Segunda B, pudieron dar una vuelta de honor con total tranquilidad en presencia de un Molinón todavía repleto, con el acompañamiento de la Banda de Gaitas Ciudad de Xixón y el We Are The Champions de Queen en la megafonía. Unos 30 minutos después del final del partido la alegría fue incontenible y el campo se llenó de aficionados.