Málaga, hoy es tu fiesta

Segunda | Málaga - Tenerife

Málaga, hoy es tu fiesta

Málaga, hoy es tu fiesta

paco rodríguez

Subirá tras dos años infernales si gana al Tenerife

A un lado de La Rosaleda, la glorieta Migueli. Al otro, la glorieta Viberti. En medio, en La Bombonera de Martitiricos, 30.000 almas. El mismo sueño. López Nieto, ex árbitro internacional, suele contar, y no fue un sueño, que él vio el debut de Viberti, que La Rosaleda estalló. Por Migueli, fallecido pero en el corazón de todos, por Viberti, por el malaguismo, lo de esta tarde merece terminar bien. Lo de esta tarde es la última jornada de Segunda División.

Juegan Málaga y Tenerife y el Málaga, después de 41 jornadas entre los tres primeros, ascenderá si gana a los chicharreros. Entonces no tendrá que mirar a Gijón ni San Sebastián (cualquier insospechado resultado que no sea victoria de la Real ante el Córdoba en Anoeta también le asciende), sólo deberá terminar de tragar la gloria que viene masticando desde que empezó el campeonato, que arrancó con siete espectaculares victorias consecutivas y en el que se ha mantenido con firmeza, regularidad y un ramalazo final de orgullo que pocos esperaban después de un 4-6 ante el Hércules que le dejó en los huesos. Desde entonces no ha vuelto a perder, pero ha tenido problemas en casa, porque no marca. Hoy necesita marcar. Debe marcar para que no revienten los corazones.

Esta tarde, en La Rosaleda, juega toda Málaga, ajena a la Eurocopa, a los goles que valen más euros y que captan cámaras superlentas, de última definición. El producto del Málaga es artesanal. Es de aluvión y costó poco, pero es de un valor sentimental incalculable.

El Málaga no quiere estropear hoy una emoción máxima, pero no lo tiene hecho, porque el Tenerife es un buen equipo de fútbol, juega por el honor y eso en deporte es algo. Otra cosa es la moral, ver a 30.000 personas entregadas, pensar que el año que viene te puede tocar a ti, que quién eres tú para enterrar tantas ilusiones...

Esa es la vida, y este es el fútbol. Muñiz, que esta tarde será manteado por sus jugadores si toca la fama, alineará a su once de oro. Sólo se acordará de los ausentes para abrazarles cuando acabe el partido si todo ha ido bien. Porque todos lo habrán merecido. Mientras tanto, por ahí correteará un diablillo, Nino. Sólo su nombre causa inquietud, casi mejor ni citarlo. Mejor acordarse de Migueli, de Viberti. De Juanito, que antes de cortarse la coleta ascendió al Málaga porque él quería un Málaga de Primera. Y un Málaga de Primera debe ver esta tarde desde el cielo. Al toro.