La fiesta por sus tres goles contra Rusia no fue completa para David Villa, que se lastimó el dedo índice de su mano derecha mientras celebraba con Fernando Torres el primer gol. El dedo se le quedó enganchado en la camiseta del Niño y Villa ha sido sometido a una radiografía que, finalmente, ha descubierto tan solo una leve fisura en el dedo dañado. Después disfrutará del día concedido por Luis para estar con su familia. Los futbolistas tienen que regresar a la concentración a las 10:00 del jueves.

Su hat-trick le ha convertido en el hombre de moda en la Selección y en la Eurocopa, pero Villa quiere mantenerse al margen de tanto elogio y de un posible traspaso. "No me preocupa mi futuro. El encuentro contra Rusia no cambia mis pensamientos, porque sólo hemos hecho un partido bueno. Estoy contento con el trabajo realizado y con la ilusión de seguir haciéndolo igual o mejor".

Villa suma ya 17 goles en 32 partidos, lo que deja una media de 0,53 tantos por partido, una cifra sólo al alcance de los mejores delanteros en la historia de la Selección.

Cuestionado sobre si el de Rusia fue el mejor encuentro de su carrera, Villa lo tiene claro: "Quizá no sea el más completo, pero sí el mejor por el escenario, por las circunstancias, porque ha sido en una Eurocopa y con España".

Aunque fue el gran protagonista del partido, del que se queda "con la imagen de rabia de todo el grupo en la celebración del primer gol", Villa no quiso olvidarse de Fernando Torres y por eso fue a dedicarle el tercer gol: "Fui a agradecerle todo el trabajo que hizo en la primera parte. Él hizo el trabajo sucio y por eso se lo dediqué".

El árbitro, el balón y los espacios

Más problemas que con la defensa rusa tuvo con el árbitro austriaco Konrad Plautz, quien al final del partido no quería entregarle el balón como recuerdo de su hat-trick. "Es verdad, no quería dármelo, pero Reina, Xabi Alonso y otros que hablan inglés dialogaron con él y al final accedió a entregármelo".

El partido lo ganó España al contragolpe, pero considera que eso no significa que se haya producido un cambio de estilo: "A raíz del 1-0 sí cambiamos un poco, pero porque Rusia nos metió atrás y nosotros aprovechamos los espacios y supimos salir al contragolpe". "Me siento a gusto jugando de las dos maneras, pero está claro que por las características de los que jugamos arriba, cuando tenemos espacios nos sentimos fuertes".