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eurocopa 2008 | españa

La Selección se mira la espalda

A Luis Aragonés le preocupa la velocidad en la circulación del balón, pero también los movimientos de los defensas. No quiere que los dos laterales suban al mismo tiempo y frena a Marchena para que el central no se aleje demasiado de su zona cuando sale con el balón jugado.

ÓSCAR GARCÍA (Enviado especial)
Actualizado a
<b>PREOCUPACIONES.</b>El seleccionador nacional quiere que se incremente el ritmo a la hora de tocar balón y que mejore le defensa.

El seleccionador, Luis Aragonés, trabaja durante los entrenamientos en dos aspectos fundamentales para él. Primero, insiste a sus jugadores en que deben tocar con más ritmo, les pide que incrementen la velocidad en la circulación de la pelota. El receptor tiene que tocar de primeras para evitar ser tan previsibles. La otra preocupación de Luis es la defensa, que el rival no le gane la espalda.

En los entrenamientos pasa gran parte de los partidillos pendiente de los movimientos de los cuatro zagueros. Las subidas de los laterales y las salidas de Marchena hasta la zona de medios con el balón jugado no dejan tranquilo al seleccionador.

En el esquema diseñado por Aragonés, sin extremos, las subidas de los dos laterales cobran especial importancia. Pero al seleccionador le preocupa la descoordinación que existe entre Sergio Ramos y Capdevila, el momento elegido para incorporarse al ataque. No quiere que los dos corran la banda al mismo tiempo y ya les ha dado un toque de atención. Siempre debe haber al menos tres jugadores marcando la línea defensiva. Si Ramos y Capdevila abandonan su puesto se crea un desequilibrio muy difícil de corregir.

En este sentido, el trabajo del mediocentro es básico y a él le corresponde cubrir las subidas de los laterales. Debe ser el guardaespaldas de Ramos y Capdevila, el hombre encargado de llenar el vacío que se crea en defensa cuando un lateral abandona su posición natural. Contra Rusia y sus veloces futbolistas, esa labor será fundamental.

Claro que esta excesiva atención en defensa tiene su reverso y puede llegar a coartar la proyección ofensiva de los laterales, en especial de Ramos, que ha convertido sus arrancadas desde atrás en una de sus principales señas de identidad. Se le vio condicionado en la primera parte contra Estados Unidos en Santander. Sin embargo, el madridista asegura que, sin llegar a contradecir nunca las indicaciones del seleccionador, seguirá incorporándose al ataque, aunque de forma algo más racional. Seguramente se le verá más prudente a Ramos, menos impulsivo que de costumbre.

"Suelte Marchena, suelte"

A un marcaje especial somete Luis a Marchena durante los partidillos. Al seleccionador le incomoda que el central llegue demasiado lejos cuando saca el balón jugado desde la cueva. "Suelte Marchena, suelte", le gritaba el sábado mientras el valencianista comenzaba a alejarse de Casillas. La soltó rápido y así se lo hizo ver a Aragonés, quien le respondió: "Ahora sí, pero no el otro día".

No le gusta a Luis que los centrales se distancien demasiado del portero, los quiere atentos y marcando la línea con, al menos, uno de los laterales. De igual modo, les exige un repliegue rápido cuando el equipo pierde el balón o cuando cruzan la línea media en acciones de estrategia.

Y es que si hay algo que moleste sobremanera a Aragonés es que los rivales ganen la espalda a sus jugadores. No quiere despistes tácticos y para ello les exige una concentración máxima.