El aterrizaje de Joseba del Olmo por el Athletic sólo es cuestión de tiempo. Ahora mismo, al delantero de Santutxu sólo le separan de Ibaigane que el Eibar se salve matemáticamente, y que desde Bilbao se abonen los 300.000 euros que refleja su modesta cláusula de rescisión.
Hace un mes, el club armero quiso prorrogar la vinculación de Del Olmo, pero el interior izquierda, de 26 años, ha preferido, con buen criterio, esperar a jugar sus bazas. El Eibar quería aumentar su ficha, pero incrementado su cláusula, que ahora mismo es muy asumible para el Athletic o, en su defecto, para dos clubs que le siguen la pista, el Tenerife y el Cádiz.
Tanteos.
Las conversaciones entre su agente y miembros del organigrama técnico de Lezama se han producido en las últimas semanas, máxime con la repesca de Gaizka Toquero, por quien el Athletic ha debido negociar con el Eibar cuando lo había tenido a tiro, y gratis, durante toda la temporada en el Sestao River.
Las arcas de Ibaigane no están para dispendios y el mercado es muy reducido. García Macua ya ha advertido que descarta intentar fichar a César, Ezquerro, que tiene una oferta del Olympiakos, o Javi Garrido. Nacho Monreal gusta mucho y parece que no recalará en el Atlético, aunque su alto coste (12 millones de euros) le cierra la puerta de salida de Tajonar. Del Olmo, que ha marcado seis goles en Segunda, es una baza firme. Aúna calidad-precio y abrirá las bandas.
Compañero de banda de Koikili en el River
Si como parece cantado, Del Olmo recala en el Athletic, su adaptación será más rápida de lo normal porque conoce a parte del plantel que pilota Joaquín Caparrós. Empezando por Koikili Lertxundi, con el que compartió la banda izquierda de Las Llanas en las filas del Sestao River. Curiosamente, sus caminos se han cruzado con Gaizka Toquero, que fichó por el River desde el Lemona justo cuando él abandonó la entidad verdinegra para enrolarse en el Eibar. Ahora se juntan con un denominador común, que el actual técnico sestaotarra, pretendido por el propio Eibar, Carlos Pouso, los recuperó a todos ellos para el fútbol: a Koikili desde la Tercera, a Del Olmo, que no contaba para el Barakaldo, y a Toquero, que relanzó su carrera tras mostrar notables maneras cuando estaba en el seno del Lemona.
