Leo Franco ha finalizado la temporada más atípica desde su llegada al Atlético en 2004. En ella ha sufrido el calvario de las lesiones, sólo ha disputado 18 partidos (su peor registro en el Atlético) y, por primera vez, tenía a un portero que le podía arrebatarle la titularidad (Abbiati). Pese a todo el meta le ha confesado a la web del club que ha sido la campaña que mejor sabor de boca le ha dejado: "Por fin estamos tranquilos al final de la temporada, dormimos bien y pensamos en positivo".

Su temporada estuvo marcada por las inoportunas lesiones musculares que le tuvieron apartado del equipo más tiempo del esperado. Tuvo que irse a Finlandia, donde fue operado por un experto. Se perdió 17 encuentros de Liga, y algunos de Copa y UEFA: "Esto es sin duda lo peor que te puede pasar, porque no te puedes enfadar con nadie y tampoco puedes ayudar a los demás como te gustaría. Tuve que tomar una decisión importante y me operé. Todo salió perfecto y pude regresar hacia el final de Liga".

Durante su baja, Abbiati tomó el puesto del argentino en la portería. Leo Franco tuvo siempre una buena relación con el italiano: "Me llevo perfectamente con Christian. Siempre he tenido una relación excelente con él y siempre hemos trabajado bien juntos. Abbiati es un portero con nombre y títulos; como dijo el míster, es el que más títulos tiene en este equipo y para él estar aquí ha sido una experiencia muy positiva".

Tras este final de Liga, Leo Franco invita a la afición a ser optimista: "Es importante ser precavidos y mantenernos cautos, pero también hay que disfrutar hasta que empiece la temporada. Hace mucho que no se conseguía el objetivo y es bueno que la gente piense en positivo".