Un final de fiesta pendiente del fútbol

Primera | Real Madrid - Levante

Un final de fiesta pendiente del fútbol

Un final de fiesta pendiente del fútbol

chema díaz

Hasta última hora no se sabrá si el Levante juega el partido o no

El Real Madrid y el Levante acudirán hoy al estadio, que se espera lleno, entrarán en los vestuarios y a partir de entonces no hay certezas. Fútbol, gol regañao, manifestación sindical o velada amenizada por el entusiasta speaker. Cualquier cosa puede suceder. Lo que es seguro es que después habrá una fiesta para celebrar la Liga, el último acto (quizá) de unos festejos que empezaron hace dos semanas, el pasado 4 de mayo en Pamplona (y luego en Cibeles), cuando el Madrid se proclamó campeón matemáticamente.

Como se puede apreciar, todo resulta bastante extraño. Mientras el Madrid prepara el confeti, el Levante estira la cuerda de la protesta. Aunque se ha declarado en huelga indefinida, la plantilla levantinista ha asegurado su presencia en el Bernabéu para mantener el foco sobre su reclamación y para evitar, de paso, que el Madrid cayera en la insolidaria tentación de contratar a un adversario suplente.

Incógnita. El Levante, al que se adeudan 13 millones de euros en concepto de salarios, no se entrenó ayer; el resto de la semana hizo entrenamientos simbólicos de una vuelta al campo. Por la tarde, la plantilla viajó en autobús hasta Madrid, sin que nadie tenga pistas sobre sus planes. El entrenador apuntó el viernes que hay futbolistas que no secundan el plante en el Bernabéu, y el capitán, el Che Rubiales, admitió durante la semana que entre sus compañeros hay madridistas que lamentarían no jugar y estropear la fiesta al campeón.

Aunque cualquier acto de protesta debería ser respetado, cabe pensar que el Levante, hasta ahora profesionalmente exquisito, no hará nada que perjudique su causa y su imagen. Es decir, que jugará. Eso sí: después de hacerse notar ante los ojos del mundo y, especialmente, ante los del presidente de la Federación Española de Fútbol, que estará en el palco para entregar la Copa a los campeones.

Precedentes. La situación es insólita pero no inédita. La única vez que se dejó de disputar un partido de Primera fue en la temporada 1979-80. El Club Deportivo Málaga no aceptó la clausura de La Rosaleda y se negó a jugar contra el Almería en Algeciras, como había dispuesto la Federación. En consecuencia, el Málaga, que era penúltimo, perdió el partido por 0-1, se le restaron tres puntos y se fue a Segunda de manera irremediable.

En semejante situación, hablar de los equipos titulares parece atrevido, aunque es necesario. En el Madrid, Schuster, que no concentró a los jugadores pero convocó a todos, tiene previsto dar una oportunidad a Codina, el tercer guardameta. De allí hacia arriba no hay grandes novedades. Metzelder seguirá como central, junto a Pepe, y Robinho formará con Raúl y Van Nistelrooy en la punta del ataque. En el Levante jugarán (si acaso) once supervivientes dirigidos por un entrenador optimista que ha analizado durante la semana vídeos del Madrid.