El Levante viajó a Madrid dispuesto a no jugar

Primera | Real Madrid - Levante

El Levante viajó a Madrid dispuesto a no jugar

El Levante viajó a Madrid dispuesto a no jugar

Los futbolistas del conjunto granota afrontan unas horas marcadas por la incertidumbre, ya que hasta el último momento no se sabrá qué harán esta noche en el Bernabéu y si, finalmente, jugarán contra los blancos. Ayer les tocó vivir el desplazamiento más duro de su carrera.

Fueron las cuatro horas de viaje en autobús más tristes de la historia reciente del Levante. La plantilla granota se embarcó a las 16:00 horas en el Ciutat de València y apareció en el hotel NH Sanvy de la capital a las 20:00. Allí le esperaba una nube de periodistas que lanzaban la pregunta del millón: "¿Vais a jugar en el Bernabéu?". Pero no hubo respuesta, porque ni los jugadores lo saben aún. Salieron de Valencia convencidos de que no va a haber partido y se acostaron con la misma idea, pero no hay nada seguro aún pues las presiones para que jueguen les llegan desde todos lados. Posiblemente, no será hasta que estén en los mismos vestuarios del feudo madridista cuando los futbolistas decidan qué hacer. Opiniones hay para todos los gustos, unos temen que si no juegan la AFE, la LFP o la Federación les abandonen en sus reivindicaciones, que van a seguir más allá del duelo de esta noche. Otros quieren llegar hasta el final y no jugar, pues su palabra va en ello y, si convocaron la huelga por un motivo, no creen que deban desconvocarla si no han llegado las soluciones.

Lo que los levantinistas, abandonados por su Consejo de Administración, tienen claro es que la solución no va a llegar, ni el dinero, ni los avales. Si juegan será sabiendo que el lunes seguirán con su guerra, con una batalla vital en la que se juegan, en muchos de los casos, hasta el 80 por ciento de su sueldo de los dos últimos años. Desde luego, su cuerpo no está para fiestas, la celebración del campeón les importa poco o nada y menos tras llegarles desde la Casa Blanca un golpe doloroso, el de las declaraciones de Schuster, precisamente su ex entrenador, que ha sido de los pocos que en público les ha echado a los leones. No esperaban tampoco mucho de él, pues el alemán no dejó buen recuerdo en el vestuario ni en la entidad azulgrana.

Sin solución. Ayer hubo horas y horas de teléfono móvil dedicadas a la búsqueda de una solución, a arrancarle una promesa a una fuente solvente y hoy seguirá esa tónica, no descartándose una sorpresa de última hora que, eso sí, no llegará desde las instituciones valencianas, que ya han dicho su última palabra y no se mueven de ahí. Ésa era la tabla de salvación que buscaban los granotas, pero pese al golpe moral que supuso no llegar a un acuerdo el viernes, las reuniones van a ser constantes durante hoy, desde el desayuno hasta la hora de partir hacia el Bernabéu. A cada rato aparecen nuevos rumores, llamadas esperanzadoras y otras que les devuelven el pesimismo. El autocar granota fue ayer la mejor muestra de ello. En él, Rubiales quemaba su móvil como cabecilla de un grupo unido en el que han viajado hasta jugadores lesionados y sancionados.

La huelga de los levantinistas arrancó ayer, por eso no se entrenaron y se limitaron a viajar, en un trayecto marcado por la tristeza, tanto que a los pocos minutos de ponerla, se pidió que quitaran la película del dvd. No hubo bromas, ni partida de cartas, apenas solitarias conversaciones telefónicas: "Todo el mundo te llama, quieren saber si vamos a jugar, si hemos viajado, si nos van a pagar Todo el mundo nos apoya y eso es de agradecer", explicaba un jugador cuando pararon en El Pinazo a mitad de camino. Ni en esa parada de rigor hubo lugar para alegrar el gesto, porque el dolor es sincero, no una mueca para llamar la atención.

Opciones. La incógnita sigue abierta. Pocas horas antes del último partido de Liga aún no se sabe si el Levante se despedirá de Primera jugando ante el campeón o lo hizo ya frente al Valencia. Entre las opciones caben un montón de ideas que se barajan, desde salir a jugar y quedarse parados, sentarse en el campo, retirarse a los pocos minutos

Pase lo que pase hoy, para este grupo humano maltratado durante meses, esta noche habrá otro largo y triste viaje de regreso a Valencia, de vuelta a los problemas que les acucian y ya sin los focos del primer plano mediático alumbrándoles.